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Medio: forbes.com.mx

Especialista: Dr. Enrique Alejandro González 

Tema: Revoluciona la tecnología los planes de las universidades

  • Para no quedar obsoletas, las universidades reman a contracorriente con la finalidad de actualizar sus programas a la misma velocidad con que las nuevas tecnologías transforman a las industrias.

Decía el filósofo estadounidense Eric Hoffer que, en tiempos de cambio, “el futuro pertenece a los que siguen aprendiendo”. Y, en días como los que se viven hoy, con una revolución tecnológica que mueve al mundo, quienes más tienen que prepararse son aquellos que enseñan.

Incluso se ven en la necesidad de adaptar sus programas a las nuevas necesidades del mercado laboral. Por ejemplo, entre 2015 y 2018, la Inteligencia Artificial aumentó sus ofertas de trabajo 182%, de acuerdo con el portal de empleos Indeed.

México tiene necesidades muy particulares. Por ejemplo, el censo de médicos realizado por Presidencia de la República indica que el país no cuenta con el número de doctores necesario para atender a su población.

En otro caso, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), deberían existir, al menos, tres médicos por cada 1,000 habitantes. Es decir, en lugar de los 270,600 que reporta el gobierno federal, tendría que haber 393,600, como mínimo.

Otras áreas registrarán un déficit similar en el futuro. En el sector energético, se calcula que, en los próximos 10 años, cerca de 50,000 ingenieros dejarán la industria petrolera nacional, principalmente por jubilación, pero será difícil cubrir estos puestos con los 200 profesionistas que, de manera conjunta, egresan de esta área cada año de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Instituto Politécnico Nacional (IPN).

Cambios vertiginosos David Fernández es, desde hace cinco años, rector de la Universidad Iberoamericana (Ibero), tiempo que le ha bastado para darse cuenta del momento que viven hoy las instituciones académicas como la que él preside.

“Empezaría hablando de la dinámica del cambio que tenemos hoy, la cual nunca había sido tan acelerada y vertiginosa, y esto ha traído consecuencias muy importantes sobre los conocimientos, empezando por el simple hecho de que hoy éstos se hacen obsoletos con mucha rapidez”, explica.

Él no es el único que lo ve así. Carlos Prieto, rector de la Escuela Bancaria y Comercial (EBC), vislumbra el mismo escenario. “Hoy, el panorama para la enseñanza es tan complicado, que nosotros mismos debemos ser los primeros en reconocer que la teoría que enseñamos actualmente se va a volver obsoleta en mucho menos tiempo que antes”, indica.

El reto se vuelve más complejo, agrega, si se toma en cuenta que aquellos estudiantes que hoy están entrando a las aulas enfrentarán, en el futuro, retos mucho mayores a los que existen hoy, derivados, principalmente, de la tecnología.

“Estos chicos centennials, que hoy están entrando a la universidad, quizá tendrán una esperanza de vida de 100 años, es decir, van a morir en el año 2100. Entonces, imagínate que ellos van a llegar a su cúspide profesional en 25 años, por ahí del 2045 o 2050, años en los que muy probablemente habremos entrado ya en la era de la singularidad tecnológica, cuando la Inteligencia Artificial será ya equiparable con la inteligencia humana”, señala.

Sobre este tema, Enrique Alejandro González, rector de la Universidad La Salle, asegura que es difícil prepararse para lo que viene, no sólo por lo que se prevé que signifique la Inteligencia Artificial, sino también por el nivel de automatización que habrá en los próximos años.

“Enseñar es, sin duda, retador para nosotros, cuando es un hecho que la Inteligencia Artificial y la automatización desaparecerán o cambiarán el sentido de hasta un 40% de los trabajos que tenemos hoy. Ahí, la necesidad de que empecemos a ver qué hacer con esto”, comenta.

Salvador Alba, presidente del Tecnológico de Monterrey (Tec), agrega: “El cambio es, más que nunca, exponencial, y la verdadera pregunta que debemos hacernos es cómo vamos a prepararnos para enseñarle a las siguientes generaciones, no el pasado, sino el futuro”.

Prevenir desde hoy Para llegar al punto al que se refieren los rectores, primero, es preciso entender lo que está sucediendo hoy, sobre todo en materia tecnológica, para, posteriormente, diseñar las estrategias y acciones que evitarán que, desde ahora, las escuelas queden desfasadas ante lo que está sucediendo en el mercado laboral.

El tema no es sencillo y la realidad es que, hoy en día, sí existen áreas de oportunidad para la enseñanza de los estudiantes en las universidades, explica Oliver Odreman, director de Page Personnel México, compañía enfocada en la búsqueda de talento para empresas.

“En términos de conocimientos y habilidades técnicas, nos parece que sí hay espacios que las universidades deben mejorar en [la preparación de] sus egresados”, afirma.

Las escuelas aseguran estar constantemente en capacitación y transformación para evitar que exista este tipo de diferencias de las que habla el especialista.

Universidad Iberoamericana Con la finalidad de saber en todo momento lo que está sucediendo fuera de sus campus, la escuela desarrolló una Dirección de Vinculación Académica que está encargada de analizar constantemente cómo es que se mueve el mercado para cada una de sus licenciaturas.

Esta área tiene en sus manos la generación de reuniones periódicas entre empresas, emprendedores y la academia, para mejorar el trabajo de enseñanza que se está llevando a cabo en sus distintas carreras.

Carlos Prieto, Rector de la EBC. Foto: Angélica Escobar/Forbes México.

“Vislumbro la enseñanza mucho más afuera que adentro del aula. Mi apreciación es que, en el futuro, la educación será híbrida, sin que se tenga que depender forzosamente de un salón de clases para aprender”: Carlos Prieto Escuela Bancaria y Comercial Cuentan con un decreto presidencial interno que permite agilizar la toma de decisiones en torno a la modificación de planes de estudio para que se puedan actualizar más rápidamente, evitando que tengan que pasar por reuniones burocráticas que empantanen este proceso.

Asimismo, señala su rector, tienen como eje la flexibilidad en los horarios de clases, para permitir que los jóvenes puedan, desde una bolsa de trabajo, incorporarse al mundo laboral aun cuando se encuentren estudiando todavía.

Universidad La Salle Cada una de sus facultades cuenta con un consejo consultivo, integrado por el mercado laboral y el cuerpo docente, que realiza reuniones al menos dos veces al semestre para analizar si la enseñanza que se está proporcionando en los salones de clases está actualizada con lo que pasa en el mundo exterior.

Por otro lado, aplica periódicamente cuestionarios a su base de estudiantes egresados, con el objetivo de obtener retroalimentación de qué es lo que consideran que debe reforzarse en torno a los programas.

Tecnológico de Monterrey Además de incluir en sus consejos académicos al sector empresarial, la institución, dice su presidente, realiza constantes visitas a universidades de otros países para comparar el trabajo que están haciendo con el que se realiza en otras latitudes.

También valora los análisis que las distintas empresas calificadoras de universidades realizan sobre ellos. Éstos les otorgan data importante sobre la valoración que las empresas hacen sobre su desempeño. Por ejemplo, desde 2004, el ranking QS, una publicación anual, analiza el desempeño de los centros de educación superior en todo el mundo, en variables que van desde el método de enseñanza o la investigación, hasta la percepción del mercado sobre sus egresados.

Carreras necesarias Pero ¿qué pasa con las carreras en las que se prevé que se necesitarán a futuro más egresados, como la Ingeniería o la Medicina? Al menos dos de las universidades consultadas aseguran mantener contacto desde el bachillerato con sus estudiantes, para hablar sobre la importancia de que se inscriban en estas áreas.

El rector de la Universidad La Salle, Enrique Alejandro González, comenta que, por ejemplo, para las carreras relacionadas directamente con temas tecnológicos, tratan de desarrollar, en sus preparatorias, grupos de análisis y desarrollo de proyectos.

“Nosotros trabajamos con los alumnos desde la preparatoria, para que vean lo que puede significar para ellos, con un acercamiento de este tipo, estudiar carreras de estas áreas”, explica.

Salvador Alba, rector del Tecnológico de Monterrey. Foto: Angélica Escobar/Forbes México.

“Cuando las otras universidades ven lo que estamos Haciendo, ellas nos dicen que estamos logrando Cambiar rápido; pero, cuando platicamos con el Sector empresarial, ellos aún nos dicen que vamos Avanzando muy lento”: Salvador Alba.

Una labor similar es la que realiza el Tecnológico de Monterrey, el cual, con los grupos de estudiantes de bachillerato que están próximos a ir a la universidad, efectúa distintas reuniones de conocimiento sobre el mercado laboral disponible para las distintas las carreras.

“Nosotros trabajamos mucho en los temas de STEM [Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés], en los que tratamos de acercar a estos conocimientos a los alumnos, y sobre todo a las niñas, por la brecha de género que existe en esta área, para que analicen si puede ser una alternativa para ellos”, menciona Alba, del Tec.

Finalmente, David Fernández, de la Universidad Iberoamericana, señala que es importante que las universidades también hagan una valoración constante respecto a lo que sucede con este tipo de carreras que hoy se dice que son necesarias.

“Debemos tener mucho cuidado con este tipo de carreras nuevas que van apareciendo, porque algunas son una realidad, pero, en muchos casos, pueden ser una moda. Tenemos que analizar bien cuáles debemos incluir cuanto antes y cuáles no”, puntualiza.

La necesidad de las soft skills Como último punto, las universidades hablan sobre incorporar en su plan de estudios las llamadas soft skills, es decir, habilidades suaves que favorecen la interacción de las personas dentro de las empresas.

“Un tema al que le hemos ido dando valor en cuanto a la enseñanza es el de las habilidades suaves, o soft skills, como lo es, por ejemplo, el trabajo en equipo, el aprendizaje de otro idioma, la discriminación de la información o el aprendizaje constante”, explica David Fernández, de la Ibero.

El tema es valorado de forma positiva por Oliver Odreman, de Page Personnel México, quien señala que, efectivamente, éste es uno de los temas que para las empresas tiene más importancia en la actualidad, y al cual se le vislumbra una mejor perspectiva de cara al futuro.

El especialista indica que, hoy en día, sigue existiendo, por ejemplo, al menos 30% de estudiantes egresados con problemas de conocimientos de inglés, un factor que hace que inmediatamente ellos sean rezagados cuando solicitan un puesto en una empresa.

“Hemos detectado que se le da un peso cada vez más importante a las soft skills; es algo que las empresas están pidiendo para mejorar su desempeño interno y que, por ende, es un tema en el que las universidades necesitan trabajar lo más pronto posible”, comenta.

 

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