- Aportación de los doctores César Moreno Rey y Adolfo Piedras Hernández, de la Facultad Mexicana de Medicina, sobre el cáncer de mama.
Como cada año, en todo el mundo, el mes de octubre se considera el de lucha contra el cáncer de mama, una enfermedad tan frecuente en las mujeres mexicanas, que es la primera causa de muerte en las mayores de 25 años.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), a nivel global se detectaron alrededor de 1.38 millones de casos nuevos y 458 mil muertes por esta enfermedad, tan solo en 2017.
Si bien este cáncer es tratable e incluso curable en etapas tempranas, es importante recalcar que muchos casos pueden prevenirse desde casa; es muy importante que todas las mujeres conozcan y hagan la autoexploración mamaria. Gracias a la modernidad de la medicina, hoy llegan a más mujeres estudios de imagen rápidos, baratos y accesibles.
En casa, las mujeres mayores de 25 deben hacer el autoexamen de mama, la recomendación es realizarlo después del periodo menstrual (7 días después); en caso de ya no menstruar, es recomendable tener una fecha fija para hacerlo.
Los pasos a realizar son los siguientes:
1 Observa
Frente al espejo, con las manos en la nuca busca cambios en la forma, tamaño o superficie de la piel; especialmente hundimientos, inflamación, enrojecimiento o ulceraciones.
2 Toca
Con la yema de los dedos ambos senos, busca bolitas, zonas dolorosas, abultamientos o consistencia diferente al resto de la mama, con la mano derecha en la nuca y usando la izquierda toca el pecho derecho. Comienza desde arriba palpando alrededor de la mama y luego en la parte del centro. Posteriormente, revisa toda la axila y al final aprieta el pezón para ver si hay salida anormal de líquido. Explora el otro pecho de la misma manera.
3 Si es necesario, realiza una mastografía
La mastografía es un estudio radiológico que revela anormalidades en el tejido mamario, incluso las muy pequeñas y no detectadas en la autoexploración; de ahí la importancia de este estudio, nos ayuda en el diagnóstico preciso de esta enfermedad. Este deberá realizarse bianualmente a partir de los 40 años, no importando si hay o no signos y síntomas de esta enfermedad. Según la recomendación de un ginecólogo, se hará antes de esta edad, o con una periodicidad menor.
Lo más actual en medicina, son las pruebas e intervenciones genéticas, que son otra forma de prevenir el cáncer de mama. Si existe un historial familiar de este mal, es recomendable hablar con el médico sobre si las pruebas genéticas son adecuadas.
Pero aún más importante, es acudir con un especialista en ginecología al menos una vez al año. Ellos, dedicados a la salud de las mujeres, podrán hacer recomendaciones precisas con base en su historial clínico, antecedentes, preferencias y estado de salud actual.
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