La Semana Santa, que en 2021 seguiremos viviendo a distancia, será el tiempo propicio para equilibrar y armonizar, desde la soledad y el encuentro, nuestras relaciones con nosotros mismos, nuestros vínculos con los demás, con la naturaleza, con el mundo.
Para acompañarlos en este proceso, les compartimos una reflexión para cada día, para compartir y celebrar en familia la pascua de Jesús:
Domingo de Ramos (28 de marzo) – descarga la reflexión aquí
Lunes 29 de marzo – descarga la reflexión aquí
Martes 30 de marzo – descarga la reflexión aquí
Miércoles 31 de marzo – descarga la reflexión aquí
Jueves Santo (1 de abril) – descarga la reflexión aquí
Este día la iglesia conmemora la institución de la eucaristía, mejor conocida como la ultima cena y el lavatorio de pies, signo de humildad que tuvo Jesús con sus discípulos y que al igual quiere que tengamos con nuestros hermanos más cercanos.
Este día lo puedes ofrecer por las personas que se han dirigido a ti con sencillez y humildad, haz una oración con los de casa en el trascurso de la tarde y lávense los pies mutuamente haciendo el mismo gesto de Jesús y al termino abraza a tu familia sigo de unidad y de amor.
Compartan la comida juntos dejen a un lado los celulares y todo aquello que los distraiga para tener una convivencia sana y ofrezcan un esfuerzo por aquellos hermanos nuestros que a consecuencia del coronavirus se encuentran padeciendo alguna necesidad física, emocional, psíquica o espiritual.
No dejen de leer el evangelio que nos ofrece la liturgia en este día santo, reflexionémoslo y hagamos nuestra la enseñanza de Jesús y de igual manera imitemos sus acciones, para que podamos ser imagen viva de nuestro Señor.
Viernes Santo (2 de abril) – descarga la reflexión aquí
En este día conmemoramos la pasión y muerte de Jesús, recordamos el camino doloroso que Cristo recorrió para llegar a la victoria santa a la que estamos llamados todos los cristianos.
Al despertar agradece por un día más, no olvides que es un día de silencio, de oración, de ayuno y de abstinencia. En el transcurso de la mañana con los de casa hagan el rezo del Vía crucis, reflexionen sobre las caídas que han tenido como sociedad, como familia e individualmente. Es importante preguntarnos ¿Cuántas veces hemos sido ocasión de caída para otros? Pero sobre todo pensemos de igual manera ¿cuantas veces nos hemos levantado? Y ¿Cuántas veces hemos sido apoyo para que los demás se levanten? Hagamos unos minutos de oración y de paz en nuestra casa que muchas veces está viciada por el ruido y el murmullo interno como externo. Si tienen hijos pequeños en casa dibujen cada estación del Vía crucis y conversen sobre ella o realicen un canto apropiado.
Recuerda que este día la iglesia nos pide ayuno, para que sintamos la necesidad del alimento espiritual que es la oración. Nos pide nos abstengamos de comer carne, pero sobre todo de comernos en críticas y juicios a nuestro prójimo, a aquel que está en nuestra propia familia.
Durante la tarde leamos la Pasión del Señor, y con un cristo y una veladora en una media hora adoremos la cruz donde ha sido clavado el Salvador del mundo y pidamos por aquellos que han muerto a raíz de esta pandemia del coronavirus. No terminemos nuestra adoración sin rezar un Padre Nuestro y un Ave María y al termino darle un beso al cristo como signo de amor y de fe.
No nos olvidemos de la Virgen María, contemplemos una imagen de ella y pidámosle que ante esta situación que vive el mundo nos ayude a salir adelante, encendamos una vela y ofrezcamos esa luz a ella que nos trajo la luz del mundo.
Sábado Santo (3 de abril) – descarga la reflexión aquí
El día de hoy por la tarde es un día de júbilo, inicia la vigilia pascual y la iglesia nos invita a vivirla con solemnidad, nuestro Señor Jesús ha vencido a la muerte y ha salido victorioso de la tumba.
Así también nosotros hermanos pidamos que salgamos victoriosos de esta contingencia sanitaria y con agradecimiento infinito invoquemos la presencia de ese Jesús vivo en nuestros hogares y en nuestra familia. Con un canto de alabanza y adoración a Dios demos gracias por la vida, por estar reunidos en su presencia con nuestros seres queridos y alegrémonos por aquellos que pasan un momento triste y difícil para que la alegría de la pascua llegue sin tardanza a sus corazones y así la fe de todos sea una alabanza a Dios.-
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