Estimada comunidad,  

El mundo enfrenta un gran desafío.  La expansión de la pandemia del coronavirus COVID-19, pone a prueba a la humanidad.  Nuestro país, está por entrar a una fase crítica de la contingencia.  

Hace dos años, se acuñó la frase Fuerza México, un llamado a la unidad, a la solidaridad, a superar la adversidad… hoy, ese llamado vuelve a cobrar sentido. Debemos una vez más unirnos y recordar que nuestra mayor fortaleza está en la comunidad y en nuestra capacidad para responder juntos al desafío.  

Desde el momento en que la OMS declaró al COVID-19 como pandemia y acorde con nuestro protocolo para contingencias sanitarias, hemos emprendido acciones para proteger a nuestra comunidad universitaria y a sus familias.  

Sin duda, la acción más importante, ha sido la de migrar de forma paulatina y ordenada, las actividades académicas y administrativas a un modelo de operación remoto.  El día de hoy, todas nuestras actividades sustantivas de docencia, investigación y extensión, así como la administración, continúan a distancia.    

Reconozco la labor de nuestros 1,460 docentes y 12,650 estudiantes que, con dedicación y compromiso, continúan en ambientes virtuales las actividades académicas y formativas.  Mi reconocimiento también, a los 856 colaboradores administrativos y de apoyo que dan soporte remoto para la continuidad de nuestras funciones sustantivas.  Destaco la labor del equipo de mantenimiento e intendencia de la Universidad, quienes han trabajado para limpiar y sanitizar cada rincón de la Universidad La Salle. 

Como ustedes, estoy preocupado, pero también convencido y así lo han confirmado nuestros especialistas de la Facultad Mexicana de Medicina, que la mejor forma de afrontar esta contingencia es siguiendo las medidas generales de prevención y aplicando de forma estricta el distanciamiento social, con estas acciones, reducimos significativamente las posibilidades de contagio. La contingencia nos pide actuar con firmeza, por eso los lasallistas nos quedamos en casa.  

Aprovecho para dirigirme también, a todas las personas que integran los servicios de salud, a los cuerpos de seguridad y emergencia, a los prestadores de servicios básicos y servidores públicos, en fin, a todas y todos los mexicanos que durante estos días de contingencia nos cuidarán y proveerán, gracias por su trabajo.  

Estimada comunidad,  

El Hno. Robert Schieler, Superior General del Instituto, nos convoca a “Que nuestro apoyo mutuo y nuestra solidaridad sean, durante esta crisis, un signo de esperanza para los demás”. 

Los lasallistas en casa, seguiremos preparándonos, investigando, trabajando, para que, al superar la contingencia y regresar a nuestras actividades regulares, sigamos impulsando la transformación de nuestras sociedades y el desarrollo del país, dando razones de esperanza.  

Que el Señor de La Salle nos acompañe y guie en el camino.  

Indivisa Manent