• La Nobel de la Paz de 1992 animó a los lasallistas a realizar acciones transformadoras para la humanidad.

Rigoberta Menchú Tum, ganadora del Premio Nobel de la Paz en 1992, impartió la conferencia La universidad como constructora de paz a estudiantes de Universidad La Salle. Más que una conferencia, hizo una invitación a los jóvenes a sensibilizarse con el mundo; los llama a hacer conciencia, a realizar acciones transformadoras y evitar los actos violentos al reclamar nuestros derechos.

El encuentro de nuestra comunidad con la luchadora social se realizó en el marco de las Jornadas Lasallistas por la Paz, ante los casi 900 estudiantes, docentes y directivos que abarrotaron el Auditorio Adrián Gibert.

Para comenzar su participación, Rigoberta Menchú hizo un breve reconocimiento a la obra lasallista y su acción social a lo largo del mundo; pero en especial agradeció la presencia de los jóvenes, quienes, en sus palabras, serán quienes “nos puedan relevar con dignidad, puedan dar continuidad a los anhelos, los sueños y sobre todo la misión” que emprendieron todos los luchadores sociales.

"Hay que luchar para que las normas se vuelvan realidad, hay que dar seguimiento a nuestras acciones. Bajo esta idea logramos la Declaración de los Derechos Indígenas." pic.twitter.com/qqEVTqMd7T

— Universidad La Salle (@LaSalle_MX) October 17, 2018

La activista guatemalteca compartió sus experiencias y dio algunas recomendaciones para lograr un cambio y alcanzar un mundo en paz:

1 Tener equilibrio

Éste debe buscarse en uno mismo en un primer momento, y posteriormente buscarlo con los demás, siempre con la responsabilidad de no traspasar los límites establecidos por los derechos de los otros.

2 Desarrollar la conciencia

Otra característica primordial es saber quiénes somos, qué queremos y para qué nos preparamos. Conocer nuestra historia y reconocer las luchas que libraron otros antes de uno mismo, también es conciencia.

3 Realizar acciones transformadoras

No es suficiente tener conciencia, hay que tomar acción y luchar contra las injusticias. Las acciones tomadas deben ser consecuentes y transformadoras; jamás se debe optar por reclamar los derechos mediante la violencia.

4 Luchar por aplicación de las normas

La promulgación de normas es tan solo la mitad del camino, la lucha termina con su correcta aplicación. Como ejemplo, Rigoberta Menchú recordó cuando, hace 20 años, la UNESCO aprobó que la cultura de paz estuviera a cargo de la ciencia, la educación y la tecnología. Esto se convirtió en un antecedente directo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas.

5 Ejercer una profesión sin descuidar la misión social

Sin importar la licenciatura, siempre se debe recordar que nos debemos a la humanidad y siempre “tenemos una misión social”. Comunicadores, arquitectos, internacionalistas y todas las demás licenciaturas deben mantenerse íntegros para apoyar al desarrollo de las demás personas desde su labor.

 6 Perseguir la verdad

De acuerdo con la activista, “acreditar la verdad es acreditar la dignidad y la legitimidad de todas las víctimas”. Como luchadora social, reconoció el significado de la verdad. “Hay algunos militares de Guatemala que no me perdonarán porque yo señalé genocidio e impunidad. Si solo hubiera quedado en una protesta estaría frustrada, porque hay crímenes que se siguen repitiendo como desapariciones forzadas”.

7 Reconocer el liderazgo

Al comenzar su lucha, la guatemalteca pensaba que podía cambiar el mundo de la humanidad ella sola, pero la necesidad real es el liderazgo de gente con propósitos.

8 Frenar la impunidad

Impunidad, corrupción y violación de Derechos Humanos van de la mano. “Hay que dejar de culpar a los pobres de las injusticias del mundo, porque muchas de las peores personas en el mundo tienen doctorados”.

9 Desarrollar la humildad

La soberbia es una enfermedad. La humildad no quiere decir humillación; es reconocer que hay otros que saben. También es una cualidad que te ayuda a cultivar el oído para escuchar a quien te rodea.