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Cuando pensamos en San Juan Bautista De La Salle (y en general en cualquier nombre que haya trascendido en cualquier ámbito, como Steve Jobs u Oscar Wilde) es fácil relacionarlo con su obra, con la relevancia de sus acciones, y por supuesto, con una amplia red de colegios extendida a lo largo de todo este ancho mundo, y de la que todos nosotros formamos parte. Sin embargo, estamos tan acostumbrados a identificarlo como nuestro fundador –y como la entidad sagrada a la que recurrimos en época de exámenes (San Juan Bautista De La Salle… ayúdame para que no le falle)– que se nos olvida que fue tan humano como cualquiera de las personas que estudian en todas y cada una de las escuelas lasallistas.

Por eso, y aprovechando que hoy es el cumpleaños de San Juan (¡Felicidades!), hoy les traemos algunos datos curiosos sobre su vida que te recordarán que, en sus inicios, él también fue una persona como cualquier otra.

También fue a la escuela

Evidentemente parte del legado del santo patrono de los maestros fue modernizar el sistema escolar, que por aquel entonces había quedado un tanto obsoleto (por allá por finales del siglo XVII). Pero antes de eso, muchos años antes de eso, tuvo que haber atravesado esa etapa aterradora y desafiante que en este momento todos nos esforzamos por superar: la universidad.

Específicamente hablando, De La Salle comenzó su educación en el Seminario de San Sulpicio el 18 de marzo de 1668, y al igual que todos nosotros, experimentó esa curiosa mezcla de emoción, miedo y pánico que acompaña a cualquier primer día de clases. Además de sus clases regulares, tenía que tomar un par de lecciones en la Sorbona a las ocho y nueve de la mañana todos los días, por lo que su rutina incluía un par de engorrosos desplazamientos con los que más de uno seguro se sentirá identificado. Y lo más interesante de todo: tenía pocas vacaciones, pero muchas fiestas a lo largo del curso, lo que sólo puede significar que se la pasaba de puente en puente ¡Bien por San Juan Bautista!

Fue el mayor de sus hermanos

Y aún más, a la muerte de sus padres, tuvo que hacerse cargo de ellos. El asunto estuvo así: su mamá falleció antes de cumplir siquiera cuarenta años, y su padre no tardó mucho tiempo más en partir, tras una corta y agresiva enfermedad que acabó con él en abril de 1672; en realidad, la leyenda dice que el padre de San Juan amaba tanto a su esposa que jamás pudo superar su pérdida y murió más de tristeza que por una cruel enfermedad.

Para ese momento Juan tenía apenas 21 años y evidentemente todavía no concluía sus estudios universitarios. Pero había sido nombrado el tutor de su familia, y no quedaba de otra más que cuidar a sus seis hermanos: Marie, Rose Marie, Jaques Jean, Jean Louis, Pierre, y el menor de todos –que siglos después habría de convertirse en una figura bastante conocida en la escuela– Jean Remy. ¿El nombre te suena?

Tenía un BFF, amigo y confidente

Su nombre era Nicolas Roland, era compañero de cabildeo de San Juan y tenía años más que él, pero fue ese amigo que a todos nos hace falta en algún punto de nuestra vida. Fue Roland quien apoyó a nuestro fundador tras la muerte de sus padres para llegar a un equilibrio en su vida de estudiante y sus obligaciones adquiridas de tutor; a decir verdad, convenció a De La Salle de renunciar a la tutoría, sin que esto significara que dejaría de frecuentar y cuidar a sus hermanos.

Como San Juan siempre quiso ser sacerdote, Roland se encargó –con los consejos que sólo los grandes amigos tienen– de que continuara con sus estudios para alcanzar su meta sacerdotal, de que concluyera su carrera, y más aún, de que fuera por todo y estudiara hasta un doctorado. No es que esto último importara demasiado, pero lo necesitaba para poder ser catedrático e investigador. Curiosamente, se valió de un tono impetuoso y un tanto exigente, posiblemente lo que Juan necesitaba en ese momento. No cabe duda que supo ser un excelente amigo.

Atrapado en su contexto

Lo queramos o no, en toda época y en toda sociedad hay un contexto que influye y hasta cierto punto delimita nuestras acciones y elecciones. En este preciso momento, con el ambiente electoral flotando en el aire y los spots de los candidatos repitiéndose hasta el cansancio en la televisión, es fácil reconocer nuestro contexto actual. Por otra parte, la entrada a la vida adulta de San Juan estuvo marcada por el reinado de Luis XIV –mejor conocido por ser el rey sol, uno de los déspotas ilustrados, y ese al que se le ocurrió lo de “El Estado soy yo”– Y así como nos sucede ahora, en ese entonces cada día era un misterio y un poco un dolor de cabeza por saber cuál sería la decisión de la monarquía y que tanto afectaría a la gente promedio.

En realidad, la decisión de De La Salle de estudiar en París estuvo marcada por una cierta incertidumbre, pues Luis XIV recién había invadido La Lorena, una región de Holanda, lo que quería decir que un conflicto bélico podría iniciar en cualquier momento. Y lo peor de todo era que las alianzas con los países no estaban claras, así que ni siquiera había certeza sobre en qué país confiar. ¿Te suena familiar? Cualquier parecido con la actualidad es mera coincidencia.

Fue el testigo en la boda de su hermana

Y además en la boda de su hermana favorita, Rose Marie. Ella se casó a los 25 años con un pariente no muy lejano de la familia llamado Jean Maillefer. Lo más increíble de todo es que el mismo lugar en el que se celebró la boda también fue, unos años antes –durante las fiestas de coronación del ya mencionado Rey Sol– la sede de una gran celebración a la que asistió la entonces Reina Madre, Ana de Austria, y al hermano menor del rey, Felipe.

Rose Marie tocaba el laúd, cantaba muy bien, y era de esas personas que son de tal naturaleza que te agradan solamente de charlar con ellas una vez. La relación que tenía con su hermano se caracterizó por estar llena de ese cariño fraternal que solamente aquellos que tienen hermanos pueden entender. Tuvo diez hijos y fue visitada en más de una ocasión por De La Salle, que para ese momento, sin que nadie lo supiera –ni el mismo– se preparaba para algo que trascendería su vida y la de todos nosotros. Alerta de spoiler: las escuelas de corte lasallista.

 

¿Qué opinas ahora de la vidad de San Juan Bautista De La Salle? ¿Hay algo que no supieras y que te haya interesado? ¿O eres todo un experto en el fundador y no hubo nada que te tomara por sorpresa? De una manera u otra, es bueno saber que no todo lo que está relacionado con San Juan está relacionado únicamente con el sistema de escuelas que desarrolló, sino que también tuvo sus buenos y malos ratos.

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