- Los colaboradores comieron rosca y tomaron té en una de las actividades características de la comunidad.
¿Qué se destaca de la personalidad de la comunidad lasallista más que su fraternidad? La respuesta es simple: nada. Precisamente la fraternidad pudo sentirse en el aire este miércoles 9 de enero, cuando los colaboradores tomaron el té de año nuevo 2019, para dar inicio a las actividades de un nuevo ciclo.
Durante el tradicional evento, que se realizó en Plaza La Salle, integrantes de las diferentes áreas compartieron sus metas profesionales y deseos para la comunidad. Algunos plasmaron sus pensamientos en tuits, que con los hashtags #300LaSalle y #TéAñoNuevo se proyectaron en la pantalla. Todos tuvieron la misma intención, continuar con 12 meses más de crecimiento dentro y por nuestra institución.
Que este 2019 sea mucho mejor depende de nosotros, es nuestro reto. Nosotros ponemos el esfuerzo, el Enmanuel su presencia fiel y cercana @LaSalle_MX #300LaSalle #teañonuevo
— Roberto Medina (@Hno_RobertoM) January 9, 2019
Facultad de Medicina siempre presente, con la mejor sonrisa… !!! @LaSalle_Mx #300LaSalle #TeAñoNuevo pic.twitter.com/0zZtRtGP4X
— Daniel Zamora ن (@Danss_me) January 10, 2019
@LaSalle_MX #300LaSalle #TeAñoNuevo será un maravilloso año, lleno de aprendizaje y apoyo a nuestros semejantes. Felicidades a toda la comunidad Lasallista
— Elsa Villar (@elsavillar) January 10, 2019
Recordando a nuestro fundador a 300 años
Tras leer algunos de los mensajes de los colaboradores, estudiantes de la Escuela Preparatoria Santa Teresa realizaron una presentación artística. Antes de recibir el té de año nuevo, Águilas La Salle Grupo Encuentro, acompañado de las voces de los colaboradores, interpretó Una corazón, un compromiso.
Uno de los momentos más emotivos de la tarde fue cuando los asistentes recibieron una luz de bengala; al encenderla cada uno la puso por lo alto, simbolizando la unión de toda la comunidad y cómo cada esfuerzo de lo individual solo trascenderá e iluminará el camino al volverse colectivo.
Para finalizar, los colaboradores recibieron su té de año nuevo, en tazas conmemorativas del aniversario luctuoso número 300 de nuestro fundador. A la bebida lo acompañó una rosca de reyes monumental; cada suertudo que sacó a un muñeco de niño Dios en la rosca, en vez de deber los tamales, recibió un pequeño obsequio.
Con estas actividades Universidad La Salle incentiva el desarrollo humano y profesional. Esto es, sin duda, una prioridad en todas las instituciones de la Red a lo largo del mundo.
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