El estudio busca combatir la pérdida del valor de los estudios universitarios en el mercado laboral.
La Salle celebró el seminario Paradojas y retos en torno a la transición escuela-trabajo, encabezado por la Dra. Andrea Bautista León, jefa de departamento en la Coordinación de Planeación Curricular de la Universidad con actividades de investigación, en colaboración con pares nacionales e internacionales. Este evento es parte del proyecto Una mirada desde la demografía para proyectar el futuro de la educación superior. Caminos y escenarios para superar la desarticulación entre la formación universitaria y el mercado laboral, de la investigadora lasallista y apoyado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT).
Este proyecto se concentra en identificar el panorama en la última década de la vinculación entre los profesionistas de 25 a 35 años y el mercado laboral. Entre otros factores, observa la disminución de los salarios de los egresados universitarios en las últimas dos décadas, por lo que uno de los objetivos principales del estudio es dar a las instituciones de educación superior un panorama completo sobre las tendencias del mundo laboral por campo de conocimiento y que así puedan tomar decisiones sobre su oferta educativa en el mediano plazo.
La Dra. Andrea, miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), está realizando un análisis por campo de conocimiento sobre el volumen de la matrícula y cómo las personas son remuneradas en el mercado laboral. Esta información retrospectiva permitirá hacer el cálculo de escenarios, utilizando modelos de series de tiempo, para para conocer la prospectiva en los próximos cinco años.
“Este es el momento en el que el país tendría que fortalecer los empleos que se ofrecen
para que las personas tengan la capacidad de ahorrar, adquirir bienes
y contribuir al sistema de pensiones para el futuro, para enfrentar el envejecimiento poblacional”, dijo la Dra. Andrea Bautista.
La Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) identifican 10 campos de conocimiento: educación; artes y humanidades; ciencias sociales y derecho; administración y negocios; ciencias naturales, matemáticas y estadística; tecnologías de la información y la comunicación; ingeniería, manufactura y construcción; agronomía y veterinaria; ciencias de la salud y servicios.
Al tener un panorama más claro de cuáles son los campos de conocimiento que tienen un mejor desempeño en el mercado laboral, el proyecto de la investigadora lasallista busca incidir en las escuelas de educación superior al servir como un instrumento para orientar la propuesta educativa de las instituciones. También, tener una plataforma a nivel nacional donde los datos estén disponibles abiertamente.
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El valor de los estudios disminuye con los salarios de los egresados
De acuerdo a la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI, se aprecian dos fenómenos entre el 2000 y el 2020: un aumento en la escolaridad en los niveles de educación superior y un descenso en los salarios de los egresados universitarios, ocasionado en parte, por que los empleadores tienen una mayor cantidad de personas a quienes ofertarles el trabajo sin subir los sueldos. Esta situación contribuye a que el valor de estudiar una licenciatura disminuya.
La Dra. Andrea Bautista señaló que para generaciones anteriores, tener una licenciatura era garantía de obtener un trabajo bien remunerado, prestaciones y un estilo de vida con mejores beneficios. En cambio, las actuales enfrentan una mayor tasa de desempleo, “sobre todo los jóvenes con estudios superiores comparado con las personas que no tienen estos estudios”.
“El promedio de desempleo general en el país para todas las personas mayores de 15 años es de 3.4% en el 2022.
Para las personas profesionistas es de 4.7%. Estamos hablando que hay 1.3 puntos porcentuales más de desempleo entre las personas profesionistas”.
Además, en cuestión de género, la investigadora observa que una quinta parte de las mujeres que cuentan con educación superior no se insertan en el mercado laboral, en contraste con una décima parte de los hombres con la misma condición.
“En el año 2000, las mujeres con educación superior que trabajaban tenían un 70% más de ganancia sobre las mujeres con educación básica. Para el año 2010, se redujo al 61.1%. Hacia el 2022 vemos otra reducción al 44.5%. Esta tendencia a la baja significa que hay una depreciación de los ingresos que perciben las personas profesionistas”.
La generación de conocimiento de la comunidad lasallista toma los datos y aprendizajes del pasado y presente para repercutir en un mejor futuro a largo plazo.
Otros estudios sobre la transición de la escuela al trabajo
El Dr. Roberto Veléz Grajales, director ejecutivo del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), habló sobre las barreras en la movilidad social a partir de las condiciones de educación. Señaló que en México existe una baja movilidad debido a ventanas de oportunidades diferenciadas por factores fuera de control de las personas, como el origen socioeconómico; además de la perspectiva de género, la oferta y la demanda.
74% de los mexicanos que nacen en los hogares más pobres, se quedan en la pobreza,
mientras que tres de cada 100 personas llegan al piso más alto. (Fuente: CEEY)
Asimismo, la Dra. Emma Navarrete, profesora-investigadora de El Colegio Mexiquense, explicó que los estudios en materia de precariedad laboral, señalan que todavía es un privilegio contar con estudios universitarios; que un nivel escolar mayor suele colocar a los jóvenes en mejores condiciones laborales relativas; que los y las jóvenes con estudios aparecen más como buscadores o como población disponible, quizá porque sus expectativas laborales son más altas; y que contar con un certificado permite ingresos mayores a quien no los tiene.
Conforme avanza el nivel educativo, la probabilidad de terminarlo disminuye:
Primaria: 97.7%
Secundaria: 85.5%
Media superior: 64.4%
Superior: del 2 al 39% según la licenciatura y la institución
La investigadora Ángeles Valle Flores, de la Universidad Nacional Autónoma de México, presentó su exploración bibliográfica Sobre los estudios de los egresados de educación superior e inserción laboral en México. Entre los principales resultados, destacan fenómenos de sobrecalificación y subempleo en el mercado laboral por la precarización y escasez de empleo (economistas); por una saturación en el mercado laboral de carreras como administración y derecho; por desconocimiento de perfiles de formación o por condición de género.
Además, la investigadora considera pertinente que los estudios sobre seguimiento de egresados amplíen su perspectiva sobre el éxito laboral fincado en los programas de estudio y su adecuación a las necesidades del mercado laboral; así como dar seguimiento a las trayectorias de los egresados de distintas licenciaturas, abarcar poblaciones de profesionales más amplias y representativas y generar estudios en el marco de la pandemia de Covid-19.
Finalmente, la Dra. Agustina Corica, coordinadora académica e investigadora del Programa de Investigaciones de Juventud de la FLACSO Argentina, expuso el caso de estudio sobre el pasaje de la secundaria a la universidad de una cohorte de jóvenes en el país sudamericano en contexto de pandemia. En este observó más adaptaciones que rupturas a la virtualización forzosa de los jóvenes que se encontraban en el último tramo de la carrera universitaria; una virtualización de la educación y el trabajo y diferencias respecto a la urgencia de la incertidumbre.
Considero que para evitar la caída de los salarios en egresados universitarios se tendría que vincular a las Universidades con el sector productivo llevando a cabo un estudio muy detallado de los profesionistas que se requieren extrapolando a largo plazo las necesidades de egresados, ya que muchos de ellos, o no encuentran fuentes de empleo relacionadas con sus estudios o en poco tiempo éstas escasean o simplemente desaparecen.