• Investigadoras y expertos de La Salle hablan sobre violencia de género, desde una perspectiva normativa y psicológica.       

Este domingo 25 de noviembre es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Por tal motivo, especialistas en La Salle hablan de los distintos tipos de agresiones y su manera de atenderse, desde una perspectiva psicológica, legal y en materia de derechos humanos.

Es conveniente primero conocer la situación a la que nos enfrentamos y en dónde radica el problema. La Organización Mundial de la Salud (OMS) la define como “todo acto de violencia de género que resulte, o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la privada”. 

Desde la experiencia de la Dra. Susana Castaño Cervantes, quien trata profesionalmente con grupos vulnerables, la violencia, aunque se vive en todos los niveles socioeconómicos, se presenta con mayor frecuencia en los más bajos. “A mayor carencias, mayor estrés o frustración. Ésta se desquita en agresiones o con consumo de bebidas alcohólicas o drogas”, lo que compone los principales factores de riesgo.

Además, la psicóloga especifica que las víctimas de agresión que no se atreven a deslindarse de su agresor, comparten ciertas características y las hacen vulnerables: “la persona no se valora, no se quiere, se siente menos, es insegura, tiene poca autoconfianza, no sabe expresar sus emociones y es dependiente de los demás”.

Por ello, su primer consejo para las mujeres que sufren violencia es levantar la voz; denunciar y no desistir. Y mientras se realiza este proceso legal, también aceptar apoyo psicológico.

¿Qué hace México en materia legal?

La Mtra. María del Carmen Cendón Garduño, especialista en sistemas penitenciarios, detalla el proceder de las instituciones legales así como las situaciones por las que se desechan las muy pocas denuncias de violencia contra la mujer.

El camino legal es el siguiente:

• Denunciar.
• Valoración del médico legista.
• Presentarse a juicio ante el juez correspondiente por juicio abreviado, adversarial u oral y confrontar a su agresor.
• Ratificar la acusación.
• Proceso a juicio con el desahogo de pruebas.
• Esperar la sentencia.

Pero muy pocas veces se cumple todo el proceso y un factor está en el marco normativo; muchos tipos de violencia como la económica o la verbal no se castigan. “Lo que interesa es comprobar la lesión y no tengo un tipo penal que me hable de injurias o difamación. Al no tener prueba no hay manera de denunciarlo”, reconoce la Mra. Cendón.  

Sin embargo, cuando el agresor es la pareja, el traspié más grave viene de las mismas mujeres: son ellas quienes desisten de continuar con el proceso, incluso antes de llamar al acusado a declarar. “No quieren seguir en el paso de reparación del daño integral que te dice la Ley General de Víctimas en el art 5. No quieren la consecuencia porque quién les va a dar el dinero para los hijos o los gastos. Ese es el problema máximo, ¿por qué las mujeres deben sentirse desprotegidas?”

El compromiso internacional en materia de derechos humanos

Según ONU Mujeres, el derecho de las mujeres a vivir sin violencia “está consagrado en los acuerdos internacionales como la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer”.

En voz del Mtro. Rafael Soler Suástegui, “es una obligación de todos los funcionarios mexicanos, en el ámbito de sus atribuciones, velar por el cumplimiento del derecho humano, que es uno de los ejes rectores del sistema garantista, que está en el artículo 1º constitucional”. Esto quiere decir que, más allá de los organismos jurídicos existentes, toda autoridad debe eliminar las condiciones de desigualdad en cuanto las detecta.

“Creo que institucionalmente nos hemos dado cuenta de esta situación y estamos intentando ponerle remedio, pero sería optimista en extremo decir que ya es una realidad. Estamos todavía en esta construcción”.

Nuestro especialista señala que, aun cuando hay muchos funcionarios muy competentes y correctos, es una realidad la existencia de quienes invitan a desistir a las denunciantes y desestiman casos: esto también es una violación a sus derechos humanos.

En teoría, este no debería ser el caso. México es uno de los signatarios de la Convención interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer. Como país miembro, debe ajustar su marco legal y a pesar de que este es el caso, queda mucho trabajo por hacer para que, efectivamente, se cumpla su objetivo.

La tarea pendiente que tiene México para dar un paso adelante en la erradicación de la violencia contra la mujer, en opinión del Mtro. Soler, es tomar un rol activo, “no solamente una actitud pasiva de decir ´si denuncia atenderé´, sino asumir una actitud de promoción y difusión de los derechos humanos. Las universidades tienen una labor fundamental en el tema, no sólo en concientización sino en investigación, extensión universitaria y de reconocer que es un tema que se tiene que trabajar”.

Imagen: ONU Mujeres

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