Para ofrecer apoyo emocional se realizó esta iniciativa en estudiantes y docentes en la Universidad.                                                              

Como parte del apoyo brindado para tener un bienestar integral, esta vez enfocado en la salud mental, profesores y orientadores de la Universidad La Salle México realizaron el programa Clima Emocional, centrado en comprender el estado de ánimo de los estudiantes y cómo ha influido la pandemia.

Este programa se aplicó en los estudiantes y docentes de la Facultad Mexicana de Arquitectura, Diseño y Comunicación (Famadyc), como una iniciativa que comenzó con personal administrativo y que se complementó con la intervención de los orientadores de la Coordinación de Impulso y Vida Estudiantil (CIVE). Participó el 40% de los estudiantes y el 57% de los docentes.

 

Este programa combate los trastornos emocionales
y el impacto negativo que podría tener
en el rendimiento académico.

Clima Emocional es un proyecto que contempla tres momentos:

1 – Diseñar y aplicar una encuesta diagnóstica para identificar el clima emocional entre docentes y estudiantes

2- Realizar el Taller de Expresión Emocional el cual tuvo la finalidad de generar un espacio de diálogo y escucha para la comunidad durante la fase de resguardo en la pandemia.

3- Llevar a cabo actividades con materiales de apoyo que brinden las herramientas necesarias para transitar de la manera más adecuada la última etapa de confinamiento. Éstas fueron propuestas por estudiantes y docentes durante la segunda etapa.

¿Cómo surgió Clima Emocional y qué efectos tiene en la comunidad lasallista?

De acuerdo con la Arq. María del Rocío Martínez Barrera, coordinadora en Famadyc y encargada de Pensamiento Arquitectónico, “este proyecto surgió como respuesta al reto del momento actual, que ya no se encuentra en el ámbito pedagógico, sino en el aspecto humano y psicológico de nuestros estudiantes y docentes”. 

Clima Emocional continúa ayudando a los estudiantes y docentes a vivir de la manera más estable posible el periodo de confinamiento que aún queda por recorrer.

El programa comenzó con la intervención a docentes y estudiantes, con la intención de medir el posible impacto de las distintas y complejas situaciones que enfrentan los lasallistas. Algunas de las más comunes son la pérdida de familiares, disminución del ingreso familiar por la pérdida de empleo y el miedo al contagio, lo cual se puede ver reflejado en un bajo rendimiento académico o incluso en la deserción.

De acuerdo a los primeros resultados de esta iniciativa, el desgaste emocional, cansancio extremo y desánimo son algunos puntos de partida para enfrentar el impacto en su relación con y desempeño académico

“Muchos estudiantes habían estado en sesiones de apoyo psicológico desde el primer año de la pandemia y habían logrado ir estabilizándose emocionalmente. No obstante, ante el escenario muy probable de tener un nuevo año en línea y el acumularse de situaciones personales el número de alumnos que solicitan apoyo se duplicó y los que estaban ya estabilizados volvieron a requerir apoyo”.