Medio: Publimetro

Especialista: Mtra. Norma Soto Castañeda / FN

Tema: “España responde con ‘sorpresa’ a la pausa diplomática de AMLO”

 

• Norma Soto Castañeda, Especialista en Relaciones Internacionales de la Facultad de Negocios de la Universidad La Salle

¿Cuál es la lectura de la declaración del presidente López Obrador? — Es muy delicado hacer una aseveración tan fuerte de suspender las relaciones, porque España es nuestro segundo inversionista. Es como decirle “estás invirtiendo mucho en mi país, pero por el momento no voy a querer que inviertas conmigo”. Entonces, es algo que siento muy peligroso por toda esa capacidad de dinero que tienen en nuestro país. Tendrá que aclarar muy bien por qué las quiere suspender, bajo qué términos las va a suspender, durante cuánto tiempo y cómo quedarían todas las inversiones internas, es decir, la gran gama de empresas que tenemos aquí al interior.

 

¿Qué consecuencias puede tener México? — Primero, esto genera especulación. Una empresa española, por ejemplo, Grupo Inditex, que maneja Zara, Zara Home, Stradivarius, Bershka y Massimo Dutti, estaría bajo una disposición si va a poder continuar operando en el país. Esta situación de aparente pausa de relaciones diplomáticas puede provocar que retiren capitales, se vayan del país y eso lo tenemos en todos los sectores. Es decir, España invierte en telecomunicaciones, en servicios financieros, en seguros, en construcción, en energía, obviamente en construcción, en manufactura. Entonces, todos estos sectores que le estoy mencionando están en foco rojo. Tenemos que ver la declaración formal que vaya a hacer el presidente mexicano, la declaración que vaya a hacer España y la condición que tienen las empresas. Si se hace esta pausa y España dice “Ok, vamos a ello. Salen empresas mexicanas de aquí”, pues es nuestro segundo inversionista, que genera más de un millón de empleos directos y otro millón de empleos indirectos. Entonces, eso vendría como un caos al interior de México. Viene todo un desequilibrio interno, es decir, una declaración del presidente conlleva una gran dosis de incertidumbre para las empresas, incertidumbre para las personas que están trabajando, y más en condición de pandemia.

 

¿Qué panorama podemos esperar para este aniversario 45 del restablecimiento de las relaciones? — Pues, al parecer, España pensaba que estas relaciones iban a continuar bien, ya que el año pasado llegó muchísimo capital español, inclusive se le permitió invertir en más áreas de las que estaba acostumbrada.

Entonces, con esta situación de pausar las relaciones, España dice ‘bueno, voy a detenerme un poquito y esperar que se haga una declaración formal.

Creo que España tiene la mejor intención de dialogar con México y llegar a algún acuerdo con el presidente mexicano, por todos los capitales que tiene en nuestro territorio. Entonces se tendría que aclarar esto y el diálogo sería la mejor alternativa a España. Creo que el pasado se tiene que quedar en el pasado y en lo que se tiene que construir es en el presente. Edificar sobre lo que ya está, de tal forma que tanto México como España se vean beneficiados y, sobre todo, nuestro país, que depende muchísimo de las inversiones extranjeras.

 

¿Cuál sería la ruta para aclarar esta situación? ¿Se necesita una visita del López Obrador a España? — Bueno, el presidente no sale. Él manda a su representante, el secretario de Exteriores, Marcelo Ebrard, para que lo represente en todo a nivel internacional. Desde el punto de vista diplomático, no estaría bien que mandara un representante porque está menospreciando a otras naciones.

 

Sin embargo, la única que ha visitado ha sido Estados Unidos por la gran relevancia e importancia que tenemos. Si México quiere conservar esa característica que teníamos a nivel internacional de tener muy buenas relaciones con todos los países en el mundo, sería óptimo que viajara. Sin embargo, yo considero que no pisará territorio español.

 

Tendríamos que esperar hasta el siguiente sexenio. México había sido muy diplomático en la forma de expresar sus ideas para evitar problemas y no generar tensiones. El actual presidente se ha caracterizado por romper un poquito esa tradición que tenía México en las relaciones internacionales favorables y de amistad y ahora ha sido como muy directo contra las demás naciones.