Medio: Expansión
Especialista: Dra. Claudia Ivette Pedraza Bucio / FAMADyC
Tema: “Futbol de exportación”
- El plan de la liga MX para reinventar el negocio de 2,400 MDD
- La revolución del futbol mexicano
- El deporte rey busca un impulso en MEXICANO ingresos y proyección internacional a través de una alianza con la MLS.
En el interior de las instalaciones de la Federación Mexicana de Futbol (Femexfut), un edificio de cristal y acero enclavado en una zona residencial del extremo noreste de Toluca, ocurren cambios acelerados. El centenar de personas que conforman la Liga MX planean cada año las nuevas temporadas de todas las divisiones del balompié profesional, pero en esta ocasión viven una presión añadida: están fraguando un nuevo rumbo que marcará el futuro del deporte más popular del país.
Al frente de esta revolución está Mikel Arriola, presidente ejecutivo de la Liga MX. Sentado en la sala de su amplia oficina y rodeado de anuarios, balones y fotografías de los más recientes campeones de la Primera División, asegura que los ajustes administrativos y deportivos que prepara el futbol nacional son “absolutamente necesarios”. El directivo se defiende así de la polémica que han causado varias iniciativas: acercar a la liga mexicana con la Major League Soccer (MLS) de Estados Unidos, suspender el descenso y el ascenso de los equipos de la Primera División o establecer muchos más controles financieros y de gestión para los clubes.
Pero Arriola está acostumbrado a la controversia y sabe que su administración está bajo la lupa incluso desde antes de poner un pie en esa oficina. Abogado por la Universidad Anáhuac, con dos maestrías –una en Políticas Públicas por la London School of Economics y otra en Derecho por la Universidad de Chicago– y un largo paso por la administración pública que lo llevó a ser titular de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), no parecía el perfil para asumir el control de la Liga MX. Además, su reciente pasado político generó dudas entre varios directivos de clubes: Arriola fue el candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) para la jefatura de gobierno de la Ciudad de México, en una elección que perdió ampliamen – te frente a Claudia Sheinbaum en 2018. Sin embargo, a finales de 2020, la grave crisis causada por la pandemia llevó a los clubes a buscar un cambio de timón, y por esos días, Arriola llegó a la presidencia de la Liga MX.
“La encomienda con él era más del lado administrativo que deportivo”, afirma un directivo de un club de futbol de Prime – ra División en la Ciudad de México, que solicitó el anonimato. “Había que fortalecer la competencia con los equipos de Estados Unidos y el tema deportivo, pero sobre todo, recuperar los ingresos que se habían perdido en la pandemia, esa era la encomienda”.
Con casi 100 millones de aficionados en el territorio nacional y otros 60 millones al norte de la frontera, el futbol es el rey en México. Según algunas estimaciones, la Liga MX alcanza un valor de casi 2,400 millones de dólares. Sin embargo, la pan – demia puso en evidencia que, en algunos aspectos, el gigante tenía pies de barro.
En el primer año de confinamiento, el futbol, al igual que el resto de las actividades no esenciales, paró por completo.
Los 18 equipos de la Primera División perdieron más de 1,400 millones de dólares y cada club vio esfumarse un 35% de sus ingresos, según cifras de la liga.
Y había otros problemas que antecedían a la pandemia, como la inestabilidad en las finanzas de mucho equipos, particularmente, los de divisiones menores, así como la urgencia de mejorar el propio producto deportivo. Arriola y la Liga MX consideran que buena parte de la solución y el futuro competitivo del futbol nacional están al otro lado de la frontera: si en 2021 la Liga MX tuvo un crecimiento anual de 10% frente a 2020, la MLS creció a un ritmo de 20% anual. Arriola espera que la alianza con la competición estadounidense per – mita subir el porcentaje a 15%.
“No nos comparamos con nada en términos de interés nacional. Somos el 60% del interés del deporte en México. Fuimos el único deporte que en 2021 ya estaba en televisión en vivo”, añade el directivo de la Liga MX. “No tengo duda de que somos el mejor aparador para una marca del deporte mexicano y del entretenimiento en México”.
UN MATRIMONIO BILINGÜE Y MILLONARIO Cuando nació la MLS, en 1996, no era extraño ver a los equipos de la Primera División del futbol en Estados Unidos jugar en pequeños estadios de futbol americano en las preparatorias, con porterías plegables colocadas cerca de la yarda 10 y gradas semivacías. El futbol –el soccer– en ese país estaba concentrado en la rama femenil y a nivel universitario, el profesionalismo apenas empezaba y los 10 clubes fundadores contaban con poca infraestructura para el desarrollo de talentos. La afición se inclinaba por el futbol americano, el basquetbol y el beisbol, mientras que los partidos de soccer los reservaban para eventos especiales, como el mundial y los juegos olímpicos.
Todo cambió en 2007, cuando se modificaron las reglas de topes salariales para permitir tres jugadores por encima de los límites marcados por la liga.
Ese año, David Beckham, la superestrella inglesa del Manchester United y el Real Madrid, llegó al Galaxy de Los Ángeles, y el interés por la MLS creció a toda velocidad. De acuerdo con Sportico, un portal especializado en finanzas deportivas, el valor promedio de un equipo de la MLS en 2008 era de 37 millones de dólares. En 2021, esa cifra ascendió a 550 millones. El Los Ángeles Football Club tiene una valuación de 860 millones.
Y, desde luego, ningún equipo de la MLS juega ya en preparatorias, sino en estadios de primer nivel con capacidad para decenas de miles de espectadores.
Muchos de ellos, de origen mexicano.
El rápido crecimiento de la MLS llevó a Arriola y al resto de los directivos de la Liga MX a estrechar esa relación. En septiembre del año pasado, se anunció la Leagues Cup, un torneo anual que iniciará en 2023 con una duración de un mes, durante el verano, y en el que participarán todos los equipos de ambas ligas.
En lo deportivo, muchos analistas critican que el torneo no tiene el nivel de otras competiciones regionales. Sin embargo, para Arriola, las ventajas son grandes.
“Los equipos mexicanos van a empezar a facturar en Estados Unidos, una economía que es 17 veces más grande que nosotros, una economía donde nuestros aficionados tienen un ingreso per cápita 700% mayor que nosotros”, explica. “En los estadios, consumen un ticket promedio siete veces más grande que aquí”.
Y está la exposición mediática. Actualmente, equipos como Mazatlán, Puebla o Necaxa no salen del país para cotejos internacionales. Con la Leagues Cup, según Arriola, sus partidos en ese torneo serían vistos en al menos 36 países, con ingresos importantes por las entradas en plazas que tienen ‘hambre’ de ver a esos equipos. “Por ejemplo, Puebla tiene muchos seguidores en Nueva York, entonces va a ir a jugar un mes allá y va a llenar el estadio”, explica.
Que los equipos mexicanos pasen un mes en Estados Unidos significará también que sus patrocinadores tendrán una mayor ventana de exposición en un mercado atractivo y de alto consumo. La Liga MX espera que con ello las renegociaciones de patrocinadores adquieran otro nivel y se coticen más alto para generar ingresos adicionales a los equipos. “Es como si tuvieras una tienda de abarrotes: si te digo que vas a facturar 11 meses en México y uno en Estados Unidos, tu balance final va a ser mejor que si facturaras los 12 meses en el mercado mexicano”, dice Arriola.
Hoy, los equipos de Primera División dependen de tres fuentes de ingreso: las entradas del día del partido representan alrededor del 30%; la televisión, alrededor del 40%; y los patrocinadores, el otro 30%.
También hay clubes que apuestan por reclutar talento para desarrollarlo y después venderlo a otros equipos. Es el caso de Cimarrones de Sonora, club del que salió Johan Vásquez para luego llegar a los Pumas de la UNAM y de ahí dar el salto al Genoa, en el futbol italiano.
Además, el promedio del valor de las plantillas de jugadores de la Liga MX ronda los 45 millones de dólares, y Arriola estima que, de mantenerse el crecimiento conjunto de la MLS y la liga mexicana, estas podrían crecer hasta los 55 millones en el corto plazo.
Una crítica constante al ‘matrimonio’ de la Liga MX con la MLS es que parece estar mucho más enfocada en lo económico que en lo deportivo. Ante ello, Arriola presenta dos argumentos: el primero es que los equipos estadounidenses han crecido deportivamente de la mano de jugadores estrella que, aunque ya pasado su mejor momento, contribuyen al desarrollo del talento y al interés de las personas más jóvenes por este deporte. Zlatan Ibrahimovic, Wayne Rooney, David Villa y Andrea Pirlo, todos jugadores de élite en su momento, han desfilado por la MLS. Lionel Messi estuvo en conversaciones para llegar al Miami FC el verano pasado y que Cristiano Ronaldo juegue en canchas de Estados Unidos no es un sueño lejano.
El otro argumento va ligado con el dinero. “En el futbol, la correlación entre ingresos de los equipos e inversión y títulos es cercana a uno”, comenta Arriola. “Lo puedes ver en cualquier equipo de cualquier liga del mundo: el equipo que más invierte es el que más gana”.
Tiene un punto. De acuerdo con el portal especializado Transfermarkt, de los 18 equipos que han invertido en los últimos 22 años más de 1,000 millones de euros en la compra de jugadores, 15 han ganado al menos una vez la liga de su país en ese periodo y 12 han levantado la Champions League de Europa, el torneo más prestigioso a nivel de clubes.
“Lo que queremos es que nuestros equipos inviertan más, ganen más y generen más espectáculo”, dice Arriola. Su ecuación es: más dinero equivale a mejores jugadores y, por tanto, a un mejor espectáculo.
Así, el futuro del futbol mexicano suena más a spanglish que a un acento sudamericano, para el pesar de muchos de los aficionados más puristas. Y la cosa no acaba ahí, pues los planes a futuro incluyen la Liga MX femenil y las selecciones.
“Si sumas todos los salarios, estamos hablando de que esta propiedad va a integrar alrededor de 2,300 millones de dólares.
Eso ya supera los salarios de la liga holandesa, de la liga portuguesa y de todas las ligas distintas a las cinco primeras del mundo: Inglaterra, Italia, España, Alemania y Francia”, subraya Arriola.
UNA ‘LIMPIEZA’ CONTROVERTIDA La noche del 18 de octubre de 2019, el futbol mexicano vivió uno de los momentos más bochornosos de su historia. Ese viernes, los Tiburones Rojos de Veracruz, que habían pasado una semana de tensión por la falta de pago de sus salarios, se enfrentaron a los Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León. El partido arrancó y, en protesta, jugadores de Veracruz se quedaron inmóviles. Fueron apenas unos minutos, pero Tigres marcó dos goles sin resistencia. Tras la segunda anotación, el equipo comenzó a jugar y perdió 3-1. Las imágenes de la protesta dieron la vuelta al mundo.
El 24 de abril de 2020, la Asamblea Extraordinaria de la Femexfut tomó una decisión sin precedentes. “¿Qué se decidió? Que se suspendiera el ascenso y el descenso dos años, de 2020 a 2022, para que se les impusieran reglas claras de control económico a los equipos de la Liga Expansión (la Segunda División)”, explica Arriola. “Lo que se hizo fue generar un subsidio con las multas que pagan los equipos que no descienden, y ya hay 240 millones de pesos anuales para los equipos de Expansión”.
Históricamente, la Segunda División del futbol mexicano ha sido una fuente constante de controversias: impagos, corrupción, falta de infraestructura, lavado de dinero y adeudos fiscales. A algunos equipos, incluso, se les llegó a relacionar con figuras del narcotráfico.
Hasta la suspensión, el peor equipo de la Primera División en una tabla de cocientes descendía, mientras que ascendía el ganador de un encuentro a ida y vuelta entre los dos últimos campeones de la Segunda. Era un sistema complicado que abrió las puertas a lo que Arriola y otros directivos de la Liga MX consideran un riesgo sistémico para el resto de los equipos. “La Liga Expansión nació a partir de un diagnóstico para blindar a la Liga MX: cuidar la puerta de atrás”, afirma. “¿Qué tienen que hacer los equipos de Expansión? Reportar su presupuesto a la mitad de la campaña para ver cómo va el ejercicio del presupuesto y, al final de la temporada, cómo cerró ese presupuesto”.
Tras dos años de operación, información de la Liga MX afirma que los equipos de Expansión han recibido al menos 240 millones de pesos en subsidios para fomentar el desarrollo de su infraestructura. Esto ha permitido lograr un equilibrio financiero en esa liga. Los ingresos de los equipos de Segunda División rondan ya los 23.6 millones de pesos, mientras que los egresos ascienden a 24 millones, una brecha mucho más manejable a ojos de la dirección general de control económico de la liga.
Pero tener un mejor desempeño financiero no es criterio suficiente para ascender a la Primera División, una vez que se restablezca el proceso. A finales del año pasado se anunció un Comité de Certificación de la Liga Expansión que vigilará qué equipos cumplen con los criterios para el ascenso. Entre ellos destacan la presentación de estados financieros auditados, un reporte positivo de un auditor independiente (la firma EY actualmente audita equipos que pasan de Tercera a Segunda), cumplir con los controles económicos, justificar correctamente la aplicación de los recursos del subsidio que reciben, contar con instalaciones adecuadas para partidos de primera… Y claro, también ser campeón de Segunda.
“En el club no tenemos ningún problema para demostrar el origen de todos nuestros recursos, porque tenemos un grupo que nos sustenta detrás formado por el Tecnológico de Monterrey y Deloitte.
También tenemos una comunidad de patrocinadores que está muy comprometida con nosotros y tenemos una comunidad de seguidores que nos apoya”, comenta Juan Pablo Rojo, presidente de los Cimarrones de Sonora de la Liga Expansión.
Otros clubes critican las medidas. “El proceso de certificación es una completa interrogante para nosotros”, afirma un directivo de un equipo de la Liga Expansión que pidió el anonimato. “Son criterios para cerrar la Primera a un grupito exclusivo de clubes. (…) La parte deportiva pasó a quinto plano, puedes ser mejor equipo en Segunda que alguno de Primera, pero te quedas donde estás”.
Arriola conoce las quejas de varios directivos, pero es tajante en su posición. “Si no cumple ningún equipo [con la certificación], no tenemos problema en irlo posponiendo (el ascenso)”, dice. Las cifras de audiencia televisiva y asistencia a los estadios de la Liga Expansión, que registran crecimientos a doble dígito, parecen darle la razón, aunque desde el ámbito deportivo se acumulan las voces que señalan una injusticia deportiva y dicen que la ausencia del descenso ha generado “complacencia y mediocridad” en la Primera División.
La intención de no cometer los errores del pasado es más potente. “Lo que queremos es que el que suba no nos genere un riesgo sistémico arriba”, insiste Arriola. “Que no truene en la fecha 7 porque no puede pagar o que sea señalado por la autoridad tributaria porque no paga impuestos o no está claro el origen de sus recursos. Eso ya no nos vuelve a pasar”.
UN PRODUCTO EN EVOLUCIÓN El futbol es el deporte más seguido en México, pero eso no significa que tenga el futuro asegurado. Especialmente, con las nuevas generaciones.
Que la televisión pierda espectadores no debe suponer que el deporte también los pierda, en la visión de los directivos de la Liga MX. Una de las claves en las que trabajan para lograrlo es ampliar las formas de distribución de los contenidos de futbol. La Liga MX suma 15.5 millones de seguidores en redes, lo que la coloca como la tercera con mayor número en la industria mexicana, solo superada por el cine y la cerveza. Ahí residen buena parte de los planes de la liga.
“De 2015 a 2020, la televisión perdió 10 puntos porcentuales, pero la gente que ve futbol en dos pantallas creció de 50 a 85% La gran clave es estar en esas dos pantallas”, dice Arriola. “El aficionado que hoy ve televisión es de un grupo arriba de 30 años, y los chavos que consumen futbol en redes sociales son de 30 para abajo.
Además no ven partidos completos, ven los highlights”.
En ese sentido, el interés de las marcas por patrocinar eventos deportivos, equipos o deportistas tiene que ver con su arrastre, “mucho más significativo que en cualquier otro soporte, porque la práctica deportiva y las figuras deportivas tienen mayor dignificación”, explica Claudia Ivette Pedraza Bucio, especialista de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Comunicación de la Universidad La Salle.
“Es más fácil que la gente le ponga más atención a algo que dice un deportista o a algo que está como parte del escenario de un evento deportivo que a cualquier otro anuncio”, asegura la especialista.
Así, la Liga MX ha comenzado a empaquetar sus contenidos para que sean consumidos más rápido, y ha incluido en el plan la Liga Expansión y una de sus joyas actuales, la Liga MX femenil, cuyo incremento de audiencia superó el 12% en el último año, de acuerdo con varias mediciones. La liga femenil, que apenas cumplirá cinco años, registra el mayor ritmo de crecimiento en asistencia a los estadios, con 33%. El número de espectadores en algunos partidos es comparable con el de la Liga Expansión, cuyo promedio de asistencias antes de la pandemia rondaba las 5,000 personas por encuentro. La semifinal entre América y Tigres femenil del torneo más reciente sumó casi 9,000 personas, mientras que los llenos en los estadios de Monterrey son una constante.
Las autoridades de la Liga MX afirman que buscan una estrategia comercial para que los equipos femeniles no dependan tanto de sus contrapartes masculinas, como ocurre actualmente. Un ejemplo es la primera licitación para la fabricación del balón de la Liga MX Femenil. “Vamos por el uniforme, vamos por las vallas, y cuando empaquetemos, lo vamos a vender a la televisión, de manera que ya nos ofrezcan un buen precio por los equipos”, espera Arriola.
Si en el último torneo de la Liga MX se vio una serie de balones colocados sobre conos cerca de las bandas, no es casualidad. Es una de las medidas que se ha tomado para reducir la pérdida de tiempo, uno de los factores que más ahuyenta a aficionados nuevos al futbol. De la mano de otras iniciativas, la Liga MX afirma que la Primera División pasó de 47 a 50 minutos de tiempo efectivo jugado, la Liga Expansión subió de 47 a 51 y la Liga MX femenil creció también a casi 50 minutos. El promedio de las principales cinco ligas en Europa es de 56 minutos, una distancia aún considerable, aunque menor a los nueve minutos de diferencia que había antes y que representaban un lastre para el espectáculo.
En el terreno de la innovación, para mejorar la experiencia de los aficionados, la liga también trabaja con los clubes en un programa piloto para homologar la venta de boletos en todos los estadios. Y hay otro proyecto aterrizado para los siguientes meses que involucra NFT (Non Fungible Tokens) para vender artículos y recuerdos a través de blockchain y con criptomonedas y tarjetas de crédito, como lo hacen la NFL y la NBA en Estados Unidos.
También están el Fantasy, con el cual los aficionados pueden jugar su liga virtual a lo largo de la temporada, comprando y vendiendo jugadores y armando sus equipos, y la renovacion del contrato de e-sports de la Liga MX. Arriola declina dar detalles de estos acuerdos, pero asegura que en cifras agregadas representan un incremento para los ingresos de la liga superior a los tres dígitos.
EL EMPUJÓN DEL NORTE ¿Qué tanto ayudó la alianza con la MLS para los cambios que se ha planteado el futbol mexicano? “Ayuda mucho”, responde Arriola. “Estuve muchos años en el gobierno, y cuando haces una política pública buscas el famoso benchmarking. Te ayuda mucho a no inventar el hilo negro, y dices: ‘¿Quién hace mejor política de infraestructura? Tal país. Ah, pues cópiale’”.
La relación con la MLS, afirma, ha ayudado a que la gobernanza se parezca más a la de allí, lo que implica mejores condiciones de atracción de capital para los equipos nacionales. Un ejemplo de ello, dice, es el interés de algunos extranjeros en algunos clubes mexicanos.
Durante 2021, se dijo que un grupo de inversionistas, entre los que se encontraban el futbolista alemán Mesut Ötzil, el beisbolista Justin Verlander, la actriz Eva Longoria y la empresa Red Bull, mostró interés por hacerse del 50% de los Rayos del Necaxa. Otro grupo de inversionistas, entre los que sonaba el nombre de exgerente de los Astros de Houston, Jeff Luhnow, ha tenido la intención de comprar el Atlético San Luis, pero la negociación no se concretó y el conjunto potosino siguió en manos del Atlético de Madrid.
Es verdad, a muchos aficionados les gustaría que el futbol mexicano se pareciera más al europeo, que también atraviesa por una severa crisis tras la pandemia.
Pero la realidad es que, como sucede en la gran mayoría de las industrias mexicanas, el atractivo al norte de la frontera es demasiado grande.
Y en el camino las cosas pueden mejorar en otros rubros deportivos, incluso a nivel internacional, asegura Mikel Arriola.
Por ello, su plan ve más allá de la liga mexicana. El directivo insiste en que el hecho de que haya más jugadores mexicanos que logren jugar en clubes del viejo continente se traducirá no solo en mejoras a nivel de clubes, sino también en la Selección Nacional, que desde el Mundial de Estados Unidos 1994 sueña con llegar al ‘quinto partido’ (los cuartos de final) y quiere dejar atrás esa ‘maldición’.
México, que ha ganado dos mundiales Sub-17 y dos medallas olímpicas, tiene apenas 35 jugadores en ligas europeas, mientras que países como Estados Unidos y Colombia suman 220 y 240 elementos en Europa, lamenta Arriola.
“El próximo año ya tenemos un partido nacional asegurado entre un equipo alemán y un mexicano, y vamos a buscar a un equipo español y un italiano. Eso implica que esas tres ligas ya van a establecer un vínculo formal con nosotros para venir a ver a nuestros chavos y que tengamos más jugadores allá jugando de titulares”
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