El proyecto estudia cómo reducir el impacto del SARS-CoV-2 en el organismo y ayuda a entender su desarrollo.
Estudiantes, docentes, investigadores y exalumnos de la Universidad La Salle realizaron un estudio conjunto, el cual señala el potencial papel de los ácidos grasos omega-3 para controlar las afecciones más graves de COVID-19, pues éstos están ligados a la regulación de los procesos inflamatorios en el organismo.
La investigación inició con la observación de que ciertos ácidos grasos poliinsaturados se unen a la proteína spike, la cual es importante para que el virus SARS-CoV-2 entre a la célula. De esta manera estos ácidos grasos podrían ayudar a disminuir la infección viral. Ello motivó a los alumnos e investigadores a evaluar la relación entre el consumo de este tipo de ácidos grasos en la dieta y las tendencias en la pandemia por COVID-19.
Se hicieron simulaciones para saber si los ácidos omega-3 bloquean la proteína spike del virus SARS-CoV2.
Los resultados sugieren que es posible.
A partir de un análisis epidemiológico, encontraron que las regiones del mundo que reportan un mayor consumo de omega-3, los cuales suelen estar presentes en algunos tipos de pescado como salmón o bacalao, informan una menor tasa de letalidad por COVID-19. Y aunque muchos factores contribuyen a éstas diferencias, la dieta como factor modificable es un aspecto a considerar.
Para encontrar una explicación, se realizó una revisión del papel biológico de los ácidos omega-3 en la regulación de los procesos inflamatorios. Por otra parte, se hicieron estudios computacionales para simular si los ácidos omega-3 podrían bloquear a la proteína spike del virus SARS-CoV2, y cuyos resultados sugieren que esta es una posibilidad; podrían actuar por dos vías en la severidad de la enfermedad: controlando la inflamación y disminuyendo la entrada del virus a las células.
Aunque la ingesta de ácidos grasos omega-3 no prevendría la infección, una dieta equilibrada y completa, que los contenga en cantidades adecuadas, es un factor que podría contribuir a disminuir la severidad de la enfermedad en los pacientes infectados.
Los estudiantes Alonso Vivar, María José Araiza y Patricio Hernández, de sexto semestre de Químico Farmacéutico Biólogo (QFB) de la Facultad de Ciencias Químicas, asesorados por los investigadores Marco Antonio Loza, Arely Vergara y Juan Rodrigo Salazar, la Jefa de Carrera de QFB, Gabriela Ramírez y el exalumno Rodolfo Pinto del Hospital Regional de Alta Especialidad de Ixtapaluca, publicaron el artículo “In Silico Study of Polyunsaturated Fatty Acids as Potential SARS-CoV-2 Spike Protein Closed Conformation Stabilizers: Epidemiological and Computational Approaches” donde informan del potencial papel de la ingesta de ácidos grasos omega-3 en la severidad de COVID-19.
La investigación tuvo un innovador enfoque químico, epidemiológico e inmunológico y arroja cierta luz para entender por qué algunos países tuvieron diferentes resultados frente a la pandemia. Ante una suma de factores, la propuesta lasallista señala que la dieta puede tener un papel fundamental en el estado de salud del paciente y en cómo puede responder a la enfermedad. Además, motivará a la realización de estudios clínicos donde se suplemente a los pacientes de COVID-19 con ácidos grasos omega-3.
Estudios como este, además de integrar y promover la investigación transdisciplinaria, motivan al desarrollo de ensayos clínicos para comprobar estas hipótesis.
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