Estudiantes dieron atención psicológica, de educación y orientación a niñas y niños con barreras de aprendizaje.
Estudiantes del Programa de Atención para el Desarrollo Integral (PADI), de la Universidad La Salle, concluyeron un nuevo semestre de atención educativa y psicológica dirigida a la población infantil con barreras de aprendizaje. En total, recibieron atención 63 infantes y 20 madres y padres de familia de manera presencial; así como 110 madres y padres de familia del DIF en modalidad virtual. Este programa es un campo de práctica continua para que los estudiantes de nuestras distintas facultades desarrollen los aprendizajes que adquieren en el aula y se hagan conscientes y sensibilicen de los problemas sociales y su responsabilidad al servicio de la comunidad.
“Profesionalmente creces mucho, aprendes, sobre todo porque son prácticas en las que sabes que estás trabajando con una población real, por lo tanto te fuerzas a hacer las cosas bien. (…) Aprendes, también, en el aspecto de planeación, en la creación de talleres, es decir, te cuestionas la actividad que realizarás, cómo la llevarás a cabo, qué material vas a utiliza y cómo va a llegar tu paciente para ver si está dispuesto a hacerlo”; explicó María Maciel, estudiante de psicología que acumula año y medio dentro del programa PADI.
El PADI es uno de los ejes de trabajo del Plan Maestro de Responsabilidad Social Universitaria de La Salle.
Con él, incorporamos didácticas que posibilitan el contacto con comunidades
para resolver problemáticas sociales locales.
La población atendida por el PADI son niños, niñas y adolescentes provenientes de diferentes escuelas oficiales cercanas a la universidad, enviados por su directora o docentes por situaciones de barreras de aprendizaje. También, hijos de colaboradores o de los comerciantes ambulantes alrededor de la universidad. Así como la población enviada por el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) del programa “Leona Vicario”, infantes y adolescentes que perdieron a uno o dos de sus padres por COVID-19 o feminicidio.
El PADI tiene dos propósitos, uno social, al brindar un servicio integral de apoyo a la comunidad interna y externa que responda a la necesidades de su entorno, especialmente a las poblaciones vulnerables, en áreas de atención y orientación cognitiva, pedagógica, psicológica y espiritual a infantes, jóvenes, madres y padres de familia que lo requieran.
“Siempre es importante tener actividades extracurriculares. En concreto para la niñez que tiene alguna circunstancia es importante que puedan seguir aprendiendo mediante la diversión”, mencionó Xanat Delgadillo, estudiante de la licenciatura en Ciencias Religiosas.
Por otra parte, el propósito académico que es ofrecer espacios de formación, desarrollo profesional y servicio social a los estudiantes de las licenciaturas de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales (Ciencias de la Educación, Psicología, Filosofía y Ciencias Religiosas), pues son los encargados de impartir los talleres que lo integran.
“Es importante la aplicación práctica de los conocimientos, por ejemplo, llevamos micro enseñanzas para aprender a cómo dar una clase frente a un grupo; también llevamos planeación, organización y didáctica para ponerles diferentes actividades y ver cómo van progresando y qué les va funcionando mejor” señaló Mara Segura, estudiante de la licenciatura en Ciencias de la Educación.
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Estos servicios son brindados a través de talleres en distintas áreas de desarrollo. En su inicio (1991) el programa ofertó talleres psicopedagógicos atendidos solamente por estudiantes de la licenciatura de Ciencias de la Educación, pero desde su reestructuración, en 2019, su enfoque se convirtió en uno multidisciplinario; este año contó con la colaboración de la Facultad de Ciencias Químicas, la Facultad de Ingeniería, la Facultad Mexicana de Arquitectura, Diseño y Comunicación y La Facultad de Negocios.
La oferta del Programa de Atención para el Desarrollo Integral consta de:
- Taller de atención a procesos cognitivos: lenguaje y razonamiento matemático.
- Taller de atención psicopedagógica
- Taller de evaluación psicopedagógica
- Atención psicológica de primer nivel
- Taller de filosofía para niños
- Taller de espiritualidad
- Taller Descubriendo la ciencia (en colaboración con las facultades de Ingeniería y Química)
Estos cursos se desarrollan cada semestre y tienen una duración de 12 semanas, aunque existen algunas excepciones con los talleres de colaboración con otras facultades.
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