Jorge Mejía, Maestro en Ingeniería de Calidad por la Universidad La Salle, es evaluador nacional e internacional.
Proponerse ser el mejor en cualquier actividad que realice, es uno de los aprendizajes de vida que el Mtro. Jorge Francisco Mejía Coba tomó de uno de sus profesores de preparatoria y que, años más tarde, adoptó en su trabajo como evaluador de calidad. Este consiste en analizar los sistemas de las organizaciones para identificar sus fortalezas, así como el potencial de mejora que pueden desarrollar.
El Maestro en ingeniería de Calidad por la Universidad La Salle y pasante del Doctorado en Administración, contribuye a que las empresas, sean pequeñas, medianas o grandes, fortalezcan sus ventajas competitivas en el mercado. Es CEO de CEC Corporation, una firma de consultoría, y miembro del equipo de evaluadores que conforman el Premio Nacional de Calidad, del Premio al Mérito Empresarial del Estado de Querétaro y consejero del Instituto Queretano para la Calidad. También es evaluador internacional de los Premios Iberoamericano a la Calidad y del Shingo Prize.
Profesional con Valor encuentra que la importancia de este trabajo radica en ofrecer una mirada fresca y externa que le permite a las organizaciones “robustecer sus capacidades clave, lo que pudiera representar una ventaja competitiva en los mercados donde están compitiendo.”
Así como “encontrar las fortalezas de lo que está haciendo bien una organización para que lo siga repitiendo. Que continúe teniendo satisfechos a sus clientes, consumidores, pacientes, huéspedes o estudiantes, dependiendo del sector en el que se trabaje.”
Para convertirse en un evaluador de calidad a nivel nacional, un especialista requiere contar con experiencia en el sector en el que desarrollará su trabajo; poseer una posición de liderazgo en una organización, preferentemente gerente o director; tener habilidades de trabajo en equipo; en gestión del tiempo y la capacidad de conciliar con los puntos de vista de otros evaluadores. Asimismo, tener conocimientos técnicos y su experiencia en la aplicación integral de los modelos de calidad. El ser evaluador a nivel país, le permitió a Mejía ser considerado para participar como evaluador a nivel internacional.
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Desde hace 30 años, el Mtro. Mejía Coba es socio de la American Society for Quality, una comunidad internacional de profesionales de la calidad que comparten herramientas, principios y prácticas de calidad en sus lugares de trabajo y comunidades con miles de personas y organizaciones en todo el mundo. La revista de la sociedad le dedicó un espacio a la inspiración del especialista en el mes de junio, convirtiéndose en uno de los pocos mexicanos en aparecer en la publicación.
El modelo de evaluación se adapta a las nuevas tendencias
El Premio Nacional de Calidad se estableció en 1990. En éste puede participar cualquier tipo de organización (pequeña, mediana o grande; nacionales o internacionales con plantas en el país). El premio se otorga con base en un modelo que está en constante actualización de acuerdo con las tendencias nacionales e internacionales de la economía, la tecnología, los clientes y la competencia del personal, entre otros.
El marco referencial vigente es el Modelo Nacional para Transformación Organizacional. Este contiene siete impulsores y una sección de resultados que guían la dirección de las organizaciones para ser más competitivas. Considera la estrategia, el liderazgo, la orientación al cliente, los procesos para la generación de valor, la transformación digital, el capital humano y el valor social.
La transformación digital, es uno de los nuevos rubros que añadió el modelo. De acuerdo con el especialista, el implementar este concepto, y que sea percibido por el usuario, ayuda a una organización a generar valor.
“Desde hace algunos años, las empresas grandes tenían en su estrategia de negocio la digitalización, pero ahora, con la COVID-19, esto se aceleró. Sin embargo, en las PYMES ha costado más o todavía no han dado ese paso. Están un poquito más rezagadas. Tal vez algunos de los problemas sean los recursos y, en otros casos, sea porque no están percibiendo un beneficio, pues todavía tienen ese paradigma de pensamiento de ‘así como estamos, estamos bien’.”
El carácter humano de las organizaciones y el impacto social también se ha modificado. Ahora toma más peso el ser conscientes del bienestar del colaborador, de cuidar la economía circular y la integridad de la organización.
“Todo esto debe generar resultados para todos los grupos de interés de la compañía: accionista, cliente, colaborador y la sociedad.”
El Profesional con Valor de la Universidad La Salle ha dejado huella en el sector empresarial del país, sin embargo, tiene el compromiso de continuar contribuyendo de una manera más eficiente a través de su labor.
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