Conoce los principales resultados de esta investigación de educación internacional comparada.                        

La brecha digital revela un uso diferencial entre los docentes universitarios, ya sea por generación o condición laboral, misma que acarrea distintas consecuencias en los entornos laborales, familiares y económicos, según revela un estudio conducido por investigadoras e investigadores de América Latina pertenecientes a la Red de Instituciones de Docencia Universitaria Lasallista (RIDUL).

A raíz de la pandemia por Covid-19, personal de investigación de América Latina perteneciente a la Red de Instituciones de Docencia Universitaria Lasallista (RIDUL), formaron un equipo para estudiar y analizar las estrategias tecnológicas de los docentes para el desarrollo de propuestas educativas que apoyen a disminuir la brecha digital en la labor educativa y los procesos sociales, familiares y económicos que ellos percibieron durante la pandemia.

Este grupo, conformado por lasallistas de la Ciudad de México, Ciudad Obregón, Brasil y Colombia, contemplaron y contrastaron variables sociodemográficas que dejan entrever el perfil de las y los docentes lasallistas en América Latina, los cambios familiares y personales que se produjeron dentro de los hogares a consecuencia de la emergencia por Covid-19 y variables de tipo educativas y económicas, como el uso y acceso a las TICs.

El estudio estuvo conformado por participantes de 16 Instituciones de Educación Superior pertenecientes al sistema La Salle de América Latina (México, Brasil, Colombia y Costa Rica), de las cuales, 13 se encuentran en la República Mexicana, en los estados de Ciudad de México, Chihuahua, Coahuila, Estado de México, Guanajuato, Hidalgo, Michoacán, Morelos, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Sonora y Tamaulipas.

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Parte de los resultados de esta investigación concluyen que la brecha digital revela un uso diferencial entre los docentes universitarios, ya sea por generación o condición laboral, lo que ha traído consecuencias distintas en los entornos laborales, familiares y económicos. Por su parte, las instituciones trataron de acortar la brecha digital, impulsando programas intensivos de capacitación.

Antes de la pandemia por Covid-19, las y los docentes ya utilizaban ciertas herramientas tecnológicas, no obstante, la emergencia sanitaria exigió el traslado del trabajo de las aulas a las casas, generando desconocimiento de las diferentes aplicaciones, programas y herramientas. Al mimo tiempo, no contaban con el equipo adecuado o de banda ancha y tuvieron que compartir espacios con otras personas. Estas implicaciones generaron brechas más o menos visibles o limitantes en el personal docente.