Hemos concluido el proceso electoral más grande de nuestra historia. Millones de mexicanas y mexicanos acudimos a las urnas para elegir a más de 18 mil funcionarios públicos locales y federales.
Ahora es momento de trabajar por la reconciliación, encontrando nuestras coincidencias y dialogando con respeto las diferencias. Estamos convocados a fomentar la unidad en la pluralidad.
Hoy exhortamos a quienes resultaron electos en todos los niveles de gobierno, a refrendar su compromiso para que, junto con la sociedad, construyamos un México más justo y fraterno para todos.
Como Nación enfrentamos desafíos apremiantes en diversos ámbitos:
- Educación: La educación de calidad es el pilar que sostiene a la sociedad. La docencia, investigación, innovación y la transferencia del conocimiento, más que nunca, deben impulsar el desarrollo social, cultural y económico del País.
- Derechos humanos y legalidad: México debe ser un país de garantías; la observancia de la ley y los derechos humanos, bajo los principios de universalidad, indivisibilidad, interdependencia, progresividad y pro persona, deben constituir el eje incuestionable de nuestra convivencia.
- Seguridad: Una sociedad en paz es una sociedad feliz, trabaja mejor y se desarrolla con plenitud. Será responsabilidad colectiva la construcción de un espacio público seguro, que nos pertenezca a todos, favorezca al progreso y la convivencia entre las personas, las familias y los grupos sociales.
- Desarrollo social: La construcción de una sociedad justa, auténticamente democrática, requiere forzosamente un mínimo de bienestar social. Es necesario garantizar oportunidades para todos: alimentación, salud, vivienda, empleo, educación y una jubilación decorosa.
Reiteramos el llamado a gobernantes, representantes y sociedad en general a superar los desafíos locales y globales, actuando con:
- Respeto: Entre todos los mexicanos, fomentando el trato igualitario y el reconocimiento a nuestra dignidad como personas, dentro y fuera del país.
- Pluralidad y tolerancia: Las sociedades modernas son plurales y tolerantes. Si las mayorías toman las decisiones que dirigen la vida política, a las minorías les asiste el derecho a ser escuchadas y a que sus necesidades sean tomadas en cuenta y atendidas.
- Honestidad: De los funcionarios públicos en primer lugar, pero también de todos los mexicanos. La honestidad debe ser la esencia del compromiso personal y comunitario que forje un nuevo acuerdo nacional, de valores, de conciencia y moralidad.
- Apertura: Las sociedades abiertas son más fuertes, en tanto concentran energía vital. La apertura no debe ser únicamente económica y comercial, sino también debe contemplar el libre flujo de personas y de ideas.
Hoy, como hace más de 50 años, la Red de Universidades La Salle México, ratifica su compromiso para continuar formado Profesionales con Valor que contribuyan a encontrar soluciones a los problemas más apremiantes de la sociedad y a impulsar el desarrollo cultural, científico, social y humano de nuestro país.
Trabajando juntos es como verdaderamente construimos México.
Indivisa Manent
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