Medio: Forbes
Especialista: Roberto Atenógenes
Tema: Nadie lo ve, pero está en todo
México es sede de algunos de los proyectos más ambiciosos de Chemours, una empresa que se desprendió de DuPont y que produce sustancias para hacer teflón y recubrir cables, así como la base blanca de las pinturas. En tres años, ha invertido 720 mdd en nuevas instalaciones en el país.
El avance de DuPont en los sectores de biociencias y agricultura era inminente en 2013, por lo que ya no invertiría en su área de soluciones químicas; incluso, se barajó la posibilidad de vender esa división.
Pero Mark P. Vergnano, responsable de ese negocio, pidió convertirla en una compañía independiente. Así nació Chemours, que, en los últimos años, ha hecho de México una de sus plazas estratégicas.
La empresa tiene presencia en el país como consumidor y productor, y la suma de sus exportaciones y ventas locales representa entre 800 y 900 millones de dólares (mdd, a partes iguales). Y, para ampliar su capacidad, este año pretende inaugurar una planta de soluciones químicas para la industria minera, en Gómez Palacio, Durango, con una inversión de 140 mdd.
Globalmente, sus ventas han ido al alza año con año. Pasaron de 5,717 mdd en 2015, al comenzar operaciones, a 6,638 mdd el año pasado. “Es una empresa muy fuerte, financieramente hablando, y el sector químico, en la actualidad, es muy atractivo para los inversionistas”, dice José Roberto Bautista Atenogenes, experto de la Facultad de Negocios de la Universidad La Salle.
Esos números corresponden a la venta de productos generados en tres grandes divisiones:
Tecnología de Titanio, que consiste en la producción de ese elemento químico, que sirve para elaborar pigmento blanco como base en todas las pinturas, desde automotrices hasta acabados arquitectónicos e, incluso, para utensilios.
Fluoroproductos: Desarrollo de soluciones como refrigerantes de aires acondicionados, recubrimiento para cables de telecomunicaciones y películas protectoras de utensilios de cocina, como el popular teflón, moldes metálicos, tornillería, etc.
Y Soluciones Químicas, que tiene productos como el cianuro de sodio sólido (empleado en la industria minera para la separación del oro y de la plata durante el proceso de extracción) y soluciones de alto desempeño para las industrias cosmética, de limpieza y de equipos, entre otras.
EN TIERRA MEXICANA La importancia de México en la empresa radica en el desarrollo y crecimiento de sus sectores minero, automotriz y de telecomunicaciones, y en la sinergia económica que mantiene con el resto de Norteamérica.
“El país tiene una localización muy importante: [está] cerca del mercado estadounidense; pero, al mismo tiempo, desde aquí puedes servir a otras partes del mundo”, dice Gerardo Familiar Calderón, presidente de Chemours en México.
Los 12 tratados de libre comercio firmados con 46 países también aportan competid vid ad al país, agrega Familiar, y Chemours lo aprovecha mediante exportaciones.
Chemours invirtió 580 mdd en 2016, para la ampliación de su planta de dióxido de titanio (TÍO.), en Altamira, Tamaulipas, la cual data de 1960 y hoy aporta más de un tercio de la producción de titanio de la compañía. A la vez que está a las puertas de Estados Unidos, esta planta tiene acceso a materias primas y mano de obra mexicana.
Este año se prevé la apertura de Chemours Laguna, en Gómez Palacio, Durango, una planta que producirá sal sódica (cianuro de sodio sólido) destinada al mercado nacional, en el que Chemours tiene una participación de 55%. El complejo estará cerca de la zona minera.
Ésta es una de las grandes apuestas de la firma en el mundo, junto con la planta de 200 mdd de Corpus Christi, Texas, cuya construcción terminó recientemente; ahí se producirá Opteon, un gas refrigerante bajo en GWP (medida para el Potencial de Calentamiento Global), utilizado en los vehículos.
Pero Chemours Laguna está en pausa, debido a un proceso legal abierto en su contra por la comunidad El Siete-Pueblo Nuevo, cuyos habitantes argumentan que las instalaciones provocarán daños al ecosistema y a la salud pública, “Estamos esperando que ese proceso legal se resuelva; eso determinará cuándo arrancamos [la operación]: si este año o el próximo año”, cita Familiar.
Desgraciadamente, los procesos de la industria química contaminan demasiado la naturaleza, recuerda Bautista, de La Salle.
Chemours también cuenta con centros de envasado y almacenes en Monterrey, y un centro de distribución en San Luis Potosí y otro en Hermosillo.
INDUSTRIAS EN CRECIMIENTO Con esta infraestructura, la empresa espera crecer entre 5 y 9% este año en México, donde tiene 700 empleados. Entre sus expectativas, prevé que, cuando entre en vigor, el T-MEC traerá buenas oportunidades en materia automotriz.
Por ejemplo, México exporta vehículos a todas partes del mundo, los cuales, cuando van a Europa, deben tener gases refrigerantes que no impacten al calentamiento global, algo en lo que Chemours ha ido innovando de la mano de las automotrices.
En este sentido, uno de los logros más importantes de la empresa es Opteon, un refrigerante desarrollado justo cuando se produjo el spin-off (la separación de Chemours de Du-Pont). Opteon tiene un impacto casi nulo (o cero) en el medio ambiente e, incluso, cumple con los requerimientos del Protocolo de Montreal y el Acuerdo de Kigali.
Esta tecnología, que Honeywell también posee, llamada Solstice YF, está implantada en todos los automóviles nuevos de Europa y en cerca del 50% de los de Estados Unidos, donde está previsto que, en 2021, el 100% de los vehículos la utilizará, según datos de Chemours. El plan es introducirla, además, en los mercados comercial y residencial.
“La siguiente gran oportunidad para nosotros estará en nuestro negocio de refrigeración”, adelanta Mark P. Vergnano.
El crecimiento de las industrias aeronáutica y minería también le abren oportunidades a Chemours.
En efecto, se agrega el sector minero debido a que, a pesar de que hubo una caída en la producción de oro en México, esto no afectó su posición como el octavo mayor productor del mundo; y, en plata, es el número uno, indiscutiblemente.
“La industria está, definitivamente, en un momento en el cual tendrán que decidir los timings para sus inversiones, para la explotación de los yacimientos [porque ahí están las reservas]; pero nosotros seguimos viendo un mercado muy sólido y cada vez con más necesidad de nuestros productos”, detalla Familiar Calderón.
En los próximos años, también crecerá la demanda de dióxido de titanio utilizado en pinturas, tercia Vergnano, gracias a que la clase media ha tomado fuerza.
En 2017, las pinturas decorativas para remodelaciones del hogar tuvieron un mercado de 330.9 mdd y, en 2020, éste será de 384.4 mdd, según Euromonitor. Eso, sin contar las pinturas del sector automotriz, que también requieren del dióxido de titanio.
DECEPCIÓN Y OPORTUNIDADES Vergnano no descarta expandir la capacidad instalada de Chemours en el país, de preferencia en Altamira, aunque podrían hacerlo en alguna otra locación. “Sólo agregaremos algo en México, si sentimos que hay algo que pueda servir al mundo, no sólo a México”, plantea.
Pero el ceo global no deja de expresar una queja. Dice que, para que haya nueva capacidad instalada de Chemours en el país, es necesario que los gobiernos mejoren la tramitología para los permisos de construcción, pues piensa que son más complicados de obtener aquí que en otros países. “Es un poco decepcionante para nosotros que nos lleve mucho tiempo tener nueva capacidad para soluciones mineras”, expone. “Estamos dispuestos a trabajar con el gobierno y el sistema legal en una manera adecuada para poder hacerlo”.
Una oportunidad para los los próximos cinco años es el suministro de soluciones para la tecnología 5G, pues la tendencia indica que cada vez más productos electrónicos estarán conectados a internet, lo que elevará la demanda de chips y semiconductores con mayores capacidades para transmitir datos a gran velocidad, y en ello irán los fluoroproductos de Chemours.
Hoy, México tiene 1.5 gigas de consumo promedio al mes, mientras que, hace seis años, eran seis veces menos datos, dice Ernesto Piedras, director general de la consultora The CiU, sobre la velocidad de la demanda de aditamentos electrónicos. A esto hay que agregar que prácticamente todo el envío de datos móviles se hace por cables y, sólo los últimos 500 metros, por aire.
“Estamos siendo cada vez más intensivos. El Internet de las Cosas de la quinta generación, también va a meter mucha mayor demanda |a nivel país]”, añade.
En esa misma línea va Chemours México. “Nos estamos enfocando, en los próximos dos o tres años, en el crecimiento de estas industrias que, en México, son relevantes [minería y automotriz] y en apoyar el crecimiento de otras que, para nosotros, son estratégicas, como la de electrónicos y energía alternativa”, concluye Familiar Calderón.
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