Medio: eleconomista.com.mx
Especialista: Mtra. Julia Muñóz / FHyCS
Tema: “No podemos hacernos dependientes de una sola fecha, el diálogo debe continuar”
Esta ausencia de las mujeres se puede ver como una acción voluntaria intencional, libre e informada, y en ese sentido, el paro del 9 de marzo nos lleva a una forma de ejercer nuestra autonomía y a empoderarnos”.
Entrevista Mtra. Julia Muñoz, investigadora de la Universidad La Salle El 8M y 9M concluyó con una ola de conversaciones al pie, pero ¿qué sigue? En entrevista para El Economista, la maestra Julia Muñoz, investigadora de la Universidad La Salle, especialista en filosofía y educación, pone sobre la mesa una serie de reflexiones e iniciativas para que esto repercuta en el tiempo.
¿Qué significa la ausencia de las mujeres en la vida cotidiana, en la vida pública?
Esta ausencia es justamente para visibilizar el lugar que las mujeres ocupamos en el ámbito económico político, laboral, educativo, entre otros, a veces decimos que no te das cuenta de algo hasta que lo vemos perdido, esto puede verse como un simulacro de esa pérdida, es una forma de ver cómo ya la vida pública no se puede pensar sin la presencia de esas mujeres.
Las mujeres, con este paro del #9M, pueden por un lado empoderarse, entendiéndose como conciencia de las condiciones de injusticia que nos afectan y cómo las desigualdades en razón de genero están presentes en nuestra vida cotidiana. Por otro lado, es una forma más de ejercer nuestra autonomía como capacidad de tomar decisiones libres e informadas y mostrar su importancia en el ámbito público.
¿Cuáles son los temas clave para generar una conversación constructiva?
Como sociedad civil, en general, nos falta mucho trabajo para familiarizarnos con algunos conceptos que son fundamentales, porque son los que están en la base de todas estas discusiones. Para un dialogo más constructivo, ayudaría mucho que todos tuviéramos una idea de qué significa perspectiva de género, brecha salarial, violencia de género y feminismo. Se escuchan mucho los conceptos, pero no hay claridad de su significado y cuando no conocemos de ellos, es muy fácil que nuestros prejuicios sean los que dominen las discusiones, tanto en el espacio público, como en lo privado (familia, amistades).
Es un tema polarizado, con muchos matices y desencuentros, ¿qué deberíamos esperar después de las manifestaciones del 8 y 9 de marzo, o cómo debería evolucionar?
Algo que se puede esperar es que estos temas se escuchen menos en los medios y haya una ausencia de discusión en espacios públicos, esto más allá de alarmarnos puede verse como un reto para buscar qué estrategias vamos a implementar para que se pueda continuar con este diálogo, que es muy necesario y no hacernos dependientes de una sola fecha. Son preocupaciones que ya tienen que estar ahí de manera constante.
La evolución es compleja y requiere de muchos factores, pero sí tendríamos que estar viendo esfuerzos, por ejemplo, en lo económico, para promover la brecha salarial, en lo político observar políticas públicas con un diseño interseccional, es decir, que respondan a los diferentes niveles de vulnerabilidad en los que pueda encontrarse una persona en este país, o en lo educativo, incorporar la perspectiva de género. En general, son medidas que no tendrían por qué generar polarización, porque todos son reclamos de justicia social plenamente justificados.
¿Cómo conciliar distintas voces de mujeres que ven el término feminista desde ángulos tan diversos?
El feminismo nunca ha sido un término unívoco y en realidad no es deseable eliminar toda esta diversidad, pero debemos tener un abanico de conceptos a la mano para dejar de discutir y comenzar un esfuerzo de nuevas narrativas que nos incluyan a todos. Ponernos de acuerdo en las principales preocupaciones en las que la mayoría podría estar de acuerdo y que son urgentes de abordar.
Y el papel del hombre en este fenómeno, ¿qué hacer?
Es importante reconocer las formas en que las mujeres han sido silenciadas con poca representación. Escuchar es una acción muy valiosa e importante, ceder el micrófono a estos colectivos que están pensando su condición y que han decidido compartir sus historias, además de no creer que se tiene la última palabra sobre el feminismo y qué deben hacer ellas ahora sería una forma de aportar.
Además, se debería reconocer que la misoginia, la estructura patriarcal no sólo afecta a las mujeres, los hombres también se ven afectados, como no poder demostrar sentimientos en público, o presiones sociales que se suelen imponer hacia ellos en razón de su género como los proveedores de los hogares.
Habrá que deconstruir todos los estereotipos de género, esto es importante porque lo hace un problema común que afecta a todos.
Deja un comentario