Medio: 24 Horas
Especialista:Dra. Cynthia Peña / EP
Tema: “Pandemia aumentó carga vs. mujeres”
- Pegan angustia, depresión y estrés por saturación de tareas
- Situación. Modelos híbridos en escuela y trabajo dejan poco espacio para la vida social de las mujeres; 19.5% reporta depresión: Inegi
La depresión, baja autoestima y estrés postraumático son algunos trastornos afectivos que impactan a ellas, como parte de la epidemia de Covid-19 y las medidas tomadas para enfrentarla. De acuerdo con el Inegi, el año pasado 19.5% de las mujeres presentó síntomas de depresión… y además una parte del país desaparecerá las Escuelas de Tiempo Completo, por decisión de la SEP, lo que impactará a las trabajadoras.
Los trastornos afectivos como angustia, estrés, depresión, baja autoestima y fobias sociales son los que han registrado las mujeres tras la carga de trabajo que tuvieron que enfrentar a partir de la pandemia de Covid-19 y con la implementación de los modelos híbridos de trabajo.
De acuerdo con la especialista en Salud de la Universidad La Salle, la doctora Cynthia Ivonne Peña Patiño, se hizo evidente la necesidad de tener una sociedad más igualitaria, toda vez que las mujeres tuvieron una sobrecarga de actividades.
Refirió que de acuerdo con la Secretaría de Salud y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), “efectivamente ha habido un incremento de los trastornos de pánico, de fobias sociales, los trastornos afectivos y el estrés postraumático”.
Y destacó que sí existe una diferencia entre hombres y mujeres ante la carga de trabajo que cada uno desempeña. “Las mujeres, producto de la cuestión social, la actividad que realizan en las casas es diferente, y ahora que tuvimos que pasar más tiempo en los hogares, se incrementó este estrés producto de la convivencia cotidiana”.
En tanto, Viviana Muñoz, psicoterapeuta con perspectiva feminista, egresada de la UNAM, comentó que la combinación de tareas en presencial y a distancia han hecho que la carga mental sea «peor» a la que las mujeres tenían antes de la emergencia sanitaria, en específico, aquellas que son madres y/o cuidadoras.
“El sistema educativo se ha tenido también que ir acoplando, entonces a nosotras nos dejan pocas opciones para podernos mover en otros ámbitos de nuestra vida personal y laboral, ya que tenemos que estar todo el tiempo pendientes de las clases en modalidad online, pero también en modalidad presencial», expuso Muñoz.
Recordó que el trabajo en el hogar “no es remunerado y además no es reconocido; no solamente existe y ya, sino que tiene un impacto psicológico y psicoemocional en la vida de las mujeres”.
Según datos del Panorama nacional sobre la situación de la violencia contra las mujeres, realizado por el Inegi, el cuidado de niñas, niños, personas mayores, enfermas o con alguna discapacidad son, por tradición, adjudicadas casi exclusivamente a las mujeres, al igual que los quehaceres domésticos, estando en esta situación 66.1%.
En tanto –la Encuesta Nacional de Bienestar Autorreportado realizada el año pasado– indicó que 15.4% de la población adulta presenta síntomas de depresión, y en las mujeres dicho porcentaje alcanza 19.5%.
Ante este panorama, la psicóloga Muñoz afirmó que “lo mejor que podemos hacer es poder ponernos en el centro de nuestra propia vida, (…) cuestionar cómo nos encontramos a nivel salud, sí física, pero también psicoemocional”. E hizo un llamado a mantener un plan de autocuidado así como de crear redes de ayuda.
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