Repasamos los momentos clave en la vida del Hno. Ohannes y algunas de sus historias.
El Mtro. Ohannes Bulbulián, fsc., nació el 8 de diciembre de 1920, de origen armenio y nacido en Estambul, Turquía; sin embargo, se naturalizó mexicano para 1953. Don Juan, como era conocido cariñosamente, mencionó la fecha exacta de su segundo y definitivo viaje a México, un 15 de julio de 1933.
“Uno de los que más gozaron de esos viajes fue el niño de 10 años que andaba feliz escapándose de los marinos para ir a los lugares del barco a ver el mar y los peces que brincaban afuera del agua y cosas por el estilo, mientras que toda la demás gente estaba muy preocupada…”.
Comenta el Hermano Juan de su primer viaje desde Armenia a México. “…en una de las travesías una tempestad bastante fuerte, adelantó dos días la llegada del barco, es que debe haber sido muy fuerte”. El viaje a México en barcos alemanes duraba 21 días. Había tantos pasajeros españoles como germanos anticipándose a los rumores de la guerra y buscando refugio en el continente americano.
El Hno. Ohannes Bulbulián pasó parte de su infancia en Estambul. De de los 4 a los 9 años vivió en un pueblo montañoso llamado Beicos. Su familia llegó a América siguiendo a un tío materno, instalado con éxito en los Estados Unidos, pero el destino les tendría deparado otro camino: México.
Desde pequeño se interesó en la vida de los hermanos “…a los 18 años ingresé a la congregación, tuve que ir a hacer el noviciado a Estados Unidos porque en aquel tiempo no había aquí”. Su ingreso a la congregación marcó su vida “No fue fácil, como no son los cambios de vida, pero he estado muy contento en el instituto…”.
Estudió en la Facultad de Química Berzelius, hizo una Maestría en pedagogía en Puebla y regresó a México a cursar un doctorado en física en la UNAM. “Lamentablemente me tocaron tiempos muy difíciles en el doctorado, porque fue de 1965 a 1970 cuando hubo los borlotes, inclusive en alguna ocasión estuve implicado en un grupo que nos llevaron a un centro militar porque creían que éramos rebeldes”.
Porteriormente, se integró a la Universidad La Salle México el 31 de agosto de 1969, siete años después de su fundación. Inició como secretario de ingeniería y en 1980 fue director en el área de Posgrado.
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En verdad un gran privilegio el haber convivido con usted. Gracias por todas sus enseñanzas, que han sido un guía en mi vida
Sinceramente
Luis Enrique
De 1978 a 1980 tuvimos el privilegio de recibir cátedras de Física e Introducción a la Ingenieria, durante mi tronco común. Mismas que reforzaron mi decisión por continuar estudiando una rama de la ingeniería, terminando como ingeniero industrial. Sus enseñanzas, el hacer que una materia con conceptos y términos hasta cierto punto poco comprensibles nos apoyo siempre para entenderlos de una manera sencilla. Sus conocimientos, su luz, sus consejos, su impulso y motivación perduraran siempre en nosotros y en las generaciones que nos sigan. Indivisa Manent.
Fue mi maestro de matemáticas en 1982
Lo recuerdo como un gran maestro
Es una pérdida muy sentida. Lo tuve de maestro en preparatoria y en la carrera. Diseño Automotriz y Aire Acondicionado, habiéndolo llamado a ser uno de mis sinodales en mi examen profesional.Mucho le aprendimos y todos a los que les he compartido la triste noticia lo recuerdan con gran cariño. Descanse en Paz, querido “Don Juan”.
Gracias por tantas enseñanzas, por tanto tiempo compartido. Fue un honor trabajar con usted, me enseñó a respetar la carrera docente. Descanse en paz