Medio: El Economista

Especialista: Dr. Javier López

Tema: ¿Cuántos partidos políticos nacionales debe haber en México?

Es importante considerar el Artículo 40 constitucional que señala, entre otros, que es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una República representativa, democrática, laica y federal y, entre otros, el mismo artículo menciona a los partidos políticos. La reconfiguración política en el 2018 dio como resultado siete partidos políticos, la mayoría en coalición, siendo que el partido de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), conquistó la Presidencia de la República y la mayoría en el Congreso de la Unión, como segunda fuerza política el Partido Acción Nacional (PAN), siguiéndolo el Partido Revolucionario Institucional (PRI). En consecuencia de la fractura dentro de los mismos partidos, algunos grupos políticos se han pronunciado por la creación de México Libre (Margarita Zavala) y el que formará Elba Esther Gordillo. Todos con un alto costo económico, que se paga con los impuestos ciudadanos. Cabe destacar que el alto costo económico para sostener los partidos políticos de ninguna manera significa beneficiar a la población y tampoco una verdadera representación ciudadana. Por lo anterior, considero que tres partidos políticos son más que suficientes para la representación ciudadana y es muy importante que los partidos cuenten con autosuficiencia económica para que de ninguna manera sean un costo que pague la ciudadanía.

– Dr. Javier López Recamier, catedrático de la Facultad de Derecho, Universidad de La Salle

Hay un problema de cantidad y calidad en los partidos políticos de México. En este momento tenemos ocho partidos nacionales, de los cuales cinco buscan permanentemente, para sobrevivir, ser aliados, socios o comparsas de los tres partidos grandes (Morena, PRI, PAN). En estricto sentido, no necesitamos a los partidos rémora. Eso nos dejaría con tres partidos con cierta presencia nacional. Pero en estos días 102 agrupaciones políticas nacionales están solicitando registro como partidos políticos. Ahí están, entre otros, los Calderón-Zavala y Elba Esther Gordillo quienes se niegan a vivir fuera del presupuesto público. Los partidos políticos fueron creados para agregar y representar intereses de la sociedad. Sin embargo, terminaron representando sus propios intereses y convirtiéndose en empresas/negocio. Un saludable sistema de partidos políticos no debería tener más de cinco, siempre y cuando cada uno de ellos represente genuinamente la diversidad ideológica del país. Pero en todo caso, lo más importante es que cada vez que hay elecciones los mexicanos tenemos la oportunidad de eliminar a varios de ellos, simplemente no votándolos. »

– Mtro. Juan Luis Hernández Avendaño, director del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Iberoamericana Puebla

En una democracia, no habría más que una respuesta correcta a la pregunta ¿cuántos partidos nacionales debe haber en México? A saber, todos los necesarios para representar los distintos intereses de una sociedad compleja y diversa. Sin embargo, este cuestionamiento conlleva dudas que deben ser tomadas en cuenta y que podrían traducirse a su vez en preguntas como: ¿el número de partidos nacionales que la clase política puede formar debe limitarse? ¿Deben disminuir los prerrequisitos necesarios para que la ciudadanía que no se dedica profesionalmente a la política pueda también formar sus propios partidos? ¿Debe limitarse el número de partidos políticos en función del presupuesto que puede o debe asignárseles? ¿Debe limitarse el número de partidos en función de sus resultados? La pregunta original y las derivadas no son un ejercicio de reflexión ociosa, son el reflejo de un momento histórico que exige repensar el modelo de país que queremos. »

– Mtra. Ivonne Acuña Murillo, académica del departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana

Un régimen democrático depende de la calidad de la representación y capacidad política que los partidos y representantes sin partido tengan. Un sistema de partidos moderno es aquel que permite construir un ejercicio democrático de colaboración por vías institucionales e informales para hacer viable la gobernabilidad del Estado. Una competencia idónea garantiza que fuerzas y actores den cauce a los intereses y necesidades de conglomerados de ciudadanos vía proyectos políticos administrativamente factibles. La renovación del sistema de partidos requiere que las fuerzas políticas ratifiquen en sus actos los principios democráticos que fortalecen a la sociedad. México demanda un proyecto que sea fiel reflejo de la pluralidad política, evitando que se abra la puerta a fuerzas antisistémicas que atenten contra la democracia. Un partido democrático reproduce los principios y valores que materializan la diversidad de la sociedad. No es una cuestión de cantidad si no a quién representan. »

– Mtro. Salvador Mora Velazquez, catedrático de la UNAM

Registrar un partido político asegura un gran negocio, así sea efímero, como el Humanista y Encuentro Social que lo lograron en el 2014 y lo perdieron en el 2018. El mejor ejemplo lo aporta el Verde Ecologista, empresa con una gran elasticidad para aliarse/ rentarse con el partido que le garantice conservar el registro y algunas cuotas de poder, lo ha hecho con el PAN, el PRI y ahora con Morena. Hoy hay más de 100 solicitudes para obtener esa franquicia con derecho a un enorme subsidio, que Morena prometió reducir, pero ya lo olvidó. Más que parches, el sistema electoral requiere una profunda reforma: que se otorgue registro a quien lo solicite, pero con apoyo económico sólo para su primera campaña electoral y del resultado dependa su futuro, se disminuya el tiempo de campaña, se reduzca drásticamente todo el subsidio a partidos, y verdaderamente se ciudadanicen los órganos electorales. Pero como los partidos son juez y parte. »

– Mtro. Telésforo Nava, profesorinvestigador de la UAM Iztapalapa.

Una democracia efectiva requiere, al menos, dos partidos que compitan por el poder. La posición sobre el número de partidos está asociada, por un lado, al principio de representación y, por ende, al sistema electoral y, por otro, a la competitividad. El número de partidos no es producto de un determinado diseño institucional sino de la interacción entre las reglas del juego y el contexto. Así, podemos identificar entidades donde un partido gana prácticamente todos los cargos en disputa y otros donde el mismo partido tiene presencia testimonial. Entre los extremos del continuo hay una serie de realidades que son representadas por diversos partidos; lo deseable es que haya partidos que representen esa gama de realidades sin poner en riesgo la gobernabilidad. ¿Cuántos partidos deberíamos tener? Es un debate normativo que no tiene respuesta en la

– Dra. Marcela Ávila-Eggleton, profesorainvestigadora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma de Querétaro

La palabra partido se deriva del latín, del verbo partire, que significa partir o dividir. Cuando la palabra “parte” se convierte en “partido”, nos dice Giovanni Sartori, se dispone de un término sometido a dos atracciones semánticas opuestas; la derivación de partire, de dividir, y por la otra, la asociación con participar y, en consecuencia, con compartir. Bajo este enfoque, no podemos definir de manera anticipada cuántos partidos políticos debemos tener como sociedad, ya que su número está determinado por la composición sociodemográfica, representación de intereses y espectro ideológico de la propia sociedad. En democracia, la pluralidad y la representación de las partes y matices políticos deben estar garantizadas; en México lo está. Más allá del número, la principal preocupación es garantizar que los partidos actuales y nuevos no involucionen y que, en vez de ser los representantes de la sociedad frente al Estado, se conviertan en representantes del Estado frente a la sociedad. »

– Dr. Marco Arellano Toledo, politólogo, doctor en Ciencia Política por la Universidad Nacional Autónoma de México.