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Medio: noticias.imer.mx

Especialista: Dra. Jessica González / CIVE

Tema: AMLO, a tres años: Salud, la promesa que aún no se hace realidad

 

AMLO, a tres años: Salud, la promesa que aún no se hace realidad

 

  • La pandemia de Covid-19 y el desabasto de medicamentos han sido las principales problemáticas en el sector salud, durante los primeros tres años de gobierno del presidente López Obrador.

De lo inevitable -una pandemia- a lo previsible -desabasto de medicamentos-, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha enfrentado obstáculos que han impedido al presidente cumplir su principal promesa en materia de salud:

Protestas, amparos y denuncias han hecho más evidente las problemáticas en el sector salud, que a la mitad del sexenio también ha logrado avances para hacer frente a la crisis sanitaria provocada por la Covid-19.

Pandemia: la prueba inevitable

La mayor crisis sanitaria del último siglo llegó a un país rezagado en infraestructura y con déficit de personal médico.

Con tres olas de contagios y la sombra de una cuarta, el sector salud logró sortear con jornadas extenuantes los picos de hospitalizaciones por la enfermedad.

Los reclamos por falta de insumos tampoco se hicieron esperar.

El panorama cambió con la llegada de la vacuna. Aunque no estuvo exento de reclamos por no incluir a la población menor de edad desde un principio, el Gobierno Federal logró su objetivo: que toda persona mayor de 18 años contara con al menos una dosis para finales de octubre.

Para Jessica González, coordinadora de Pulso y Salud en la Universidad la Salle, la vacunación del 85 por ciento de la población en diez meses es algo destacable.

“Si bien ha habido algunos déficits a lo largo de todos estos años, pero también ha habido un ligero avance, y a esto me refiero con la vacunación. Muy probablemente se ha centrado toda esta demanda en la búsqueda de la vacunación contra la Covid-19, y eso es algo de destacar de esta perspectiva…”

Para que la vacunación pudiera avanzar fue necesario el trabajo de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, que hasta el momento ha aprobado el uso de emergencia de siete vacunas y de al menos cuatro tratamientos contra la Covid-19.

Desabasto: el legado sin fin

“Ya no quiero escuchar de que faltan medicamentos y no quiero excusas de ningún tipo. No podemos dormir si no hay medicamentos para atender enfermos.”

Cambios en el esquema de adquisición de medicamentos, la participación de las Naciones Unidas y hasta de las Fuerzas Armadas para la distribución no han sido suficientes esfuerzos para acabar con el desabasto de medicamentos en el sector salud.

La problemática no se originó en esta administración, pero sí se ha agudizado, principalmente en lo que se refiere a fármacos oncológicos, señala Omar Hernández, presidente de la asociación de Padres de Familia de Niños Enfermos.

“En 2017 comenzaron los faltantes de medicamentos, porque todavía no llegábamos al faltante de medicamentos en el Hospital Infantil Federico Gómez. El problema no era tan fuerte porque tardaban un mes, mes y medio, pero llegaban los medicamentos. Pues ya llegó el 2018 y comenzó más el faltante de medicamentos de la mercaptopurina, que tomaba mi hijo, entonces se escaseo como dos meses. Entonces yo comencé a hacer escritos a la Secretaría de Salud y el gobierno de aquel entonces, era el de Enrique Peña Nieto, que iba de salida, y yo pensaba que como ya iba de salida por eso está pasando esto, pero ya con el nuevo gobierno nos va a ir bien.”

La pandemia de Covid-19, cambios administrativos y presupuestales obstaculizaron los procesos regulatorios de medicamentos, lo que prolongó los tiempos de respuesta ante potenciales riesgos de desabasto de fármacos e insumos médicos.

Así lo señaló Fernando Fon, director de Asuntos Médicos y Regulatorios de la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica.

“Todo este proceso de revisión del Comité de Moléculas Nuevas había sido suspendido, no había sesiones entonces se empezaron a acumular las solicitudes, que rebasaron las cien, ciento veinte solicitudes, que estuvieron por ahí pendientes de nuevos tratamientos no solamente pensando en el escenario de pandemia sino tratamientos importantísimos para cáncer, para diabetes, para hipertensión, esos tratamientos están ahí detenidos, porque el comité no podía operar y es un requisito indispensable tener la opinión del Comité de Moléculas Nuevas para poder luego presentar la solicitud de registro.”

Aunado a las trabas burocráticas y de capacidad, el abasto se vio afectado por una decisión tomada en Palacio Nacional: la compra de medicamentos ya no se haría a las empresas que controlaban el mercado y en su lugar se recurriría a la Naciones Unidas para licitaciones internacionales.

En julio pasado, el secretario de Salud, Jorge Alcocer, anunció en conferencia de prensa que la ONU no consiguió adjudicar la totalidad de claves de medicamentos y materiales de curación. La Secretaría de Salud hizo suya la misión.

A pesar de que hasta el 5 de noviembre pasado se habían entregado 221 millones 387 mil medicamentos del ejercicio 2021 y de que ya existe un contrato para el primer semestre de 2022 por 326 millones de medicamentos, las autoridades han reconocido que la distribución sigue siendo “su talón de aquiles”.

Incluso, a esa tarea se han sumado el Instituto de Salud para el Bienestar, las secretarías de Marina y de la Defensa Nacional y la Guardia Nacional.

“Ya tenemos que terminar de resolver el problema del abasto de los medicamentos, esto es para Juan Ferrer, esto es para el doctor Alcocer.”

Salud: un reto laboral

A México le hacen falta profesionales de la salud para garantizar este derecho a toda la población. De acuerdo con la Secretaría de la Salud, el país mantiene un déficit de 140 mil médicos generales, 30 mil médicos especialistas y 300 mil profesionales de enfermería.

Ante esta problemática, el gobierno federal impulsó modificaciones al Examen Nacional de Aspirantes a Residencias Médicas, lo que permitió duplicar a 20 mil los lugares para que más médicos estudiaran una especialidad en 2020.

Para 2021 se agregaron otras 10 mil plazas para garantizar 30 mil lugares.

Además de este rezago se suma el pendiente de basificar a 87 mil médicos y enfermeras eventuales en el país.

“Por lo menos en mi unidad Emiliano Zapata, que es una clínica materno-infantil, yo me atrevo a decir que tres cuartos del personal no tiene basificación, no es cualquier cosa lo que está prometiendo el presidente, es un reto enorme en la salud de México, porque hay estados que están endeudados, quebrados en el sector salud y ahora que estamos los eventuales tiene una carga mayor, que no sé de dónde podrá salir ese dinero para basificar y regular el contrato de tanto personal, la verdad es que está muy difícil, pero ya lo prometió desde el inicio de campaña, lo prometió el primer año y lo prometió el segundo año y lo volvió a refrendar apenas, entonces esperemos que suceda, pero ya vamos a mitad de sexenio y no se ve que avance por ningún lado.”

Es la voz de Iván Carreño, médico general de la Clínica Hospital Emiliano Zapata, en la alcaldía Iztapalapa de la Ciudad de México. A él le preocupa saber si el personal contratado para hacer frente a la pandemia será regularizado o será despedido al finalizar la emergencia.

Lo mismo sucede con Benito, un enfermero del Hospital de las Culturas, en San Cristóbal de las Casas, quien señaló que en Chiapas hay 8 mil 700 trabajadores que están a la espera del proceso de regularización.

“El licenciado Andrés Manuel, él decía que se habían contratado a 77 mil trabajadores durante la pandemia, pero según datos oficiales, nos logramos dar cuenta que sólo contrataron a 44 mil y no a los 77 mil que se decía en un momento, entonces no se ha cumplido… Por ejemplo aquí, en San Cristóbal de las Casas, en Tuxtla y Tapachula, donde crearon clínicas respiratorias, precisamente hasta despidieron a compañeros que fueron contratados a través del Insabi-Sedena.”

Sin embargo, aún queda pendiente garantizar salarios dignos para los médicos, que en México reciben en promedio 16 mil 146 pesos mensuales.

Esta cifra es casi una tercera parte del salario que reciben médicos en Brasil o España, aun cuando las actividades y jornadas que realizan en esas naciones son prácticamente las mismas.

Mientras que el salario para los trabajadores de enfermería es de 9 mil 909 pesos al mes, cifra 50 por ciento menor de lo que ganan las enfermeras en Chile o Italia.

¿Un derecho universal?

Hace poco menos de un mes, una urgencia médica llevó al señor Juan, un campesino del poblado de San Martín Ahuatepec, en el Estado de México, a requerir de los servicios públicos de salud sin ser derechohabiente de los mismos.

A su nieta de apenas tres años y quien es invidente, se le detectó un grave grado de desnutrición, debido a que su tráquea no se desarrolló de forma adecuada, lo que originó que los alimentos pasarán al tracto respiratorio y no al digestivo.

Sin dinero, fue auxiliado por los médicos del Hospital General de Axapusco, quienes lo contactaron con un colega del Hospital Pediátrico Moctezuma, en la Ciudad de México, donde le practicaron tres operaciones a la pequeña de tres años, cuyos padres son unos adolescentes de 17 años.

“Le hicieron tres operaciones, fue una que le hicieron un catéter, le hicieron una gastrostomía, y por donde se le alimenta, otra por el estómago, pero fueron tres operaciones. Fue totalmente gratuito, medicamentos sólo alguno que no lo tuvieran, pero de ahí en fuera, todo fue gratuito.”

Juan, de 51 años, recuerda que todo fue gratuito con excepción de algunos medicamentos. Sin embargo, se dijo agradecido por la gratuidad de las tres cirugías, de lo contrario, no hubiera podido costearlas ni ayudar a su pequeña nieta.

“Estamos hablando del Hospital Moctezuma. Una experiencia que tuve yo, con mi nieta, fuimos allá y la mera verdad, el servicios está muy bien, son médicos muy preparados, y la verdad, se le agradece al señor presidente López Obrador, gracias a él todas las operaciones que fueron intervenidas fueron gratuitas. En mí caso en particular y en otros casos que me enteré que fueron ahí, también fueron gratuitas.”

Pero en México no todos logran ejercer su derecho a la salud como lo hace Juan y su nieta. Actualmente, el 70.9 por ciento de la población cuenta con afiliación a algún servicio público de salud.

Esa cifra tampoco es reflejo de un acceso efectivo, pues el 56 por ciento de la población que se atiende en el sector privado también es derechohabiente de los servicios públicos, de acuerdo con los resultados de la Ensanut 2020.

Además, un estudio sobre la Medición de la Pobreza 2020 del Coneval, señala que en México aumentó el número de personas sin acceso a servicios de salud, al pasar de 20.1 millones en 2018 a 35.7 millones en 2020, un alza de 15.2 millones.

Tan sólo en 2018, en el país había 52.1 millones de personas afiliadas al entonces Seguro Popular y en 2020 esta cifra pasó a 34.1 millones en el Insabi.

En medio de estos claroscuros y con la pandemia aún latente, el sistema de salud y el presidente Andrés Manuel López Obrador entran a una carrera a contrarreloj de cara al 2024, en la que una de sus principales promesas no logra concretarse.

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