De enero a septiembre de este año, se destinó una inversión física de 7 mil 822 millones de pesos para este fin, apenas 5 por ciento más que en igual lapso de 2020, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

Este monto es 46.4 por ciento menor a los 14 mil 602 millones de pesos ejercidos en el mismo periodo del 2018, último año del sexenio anterior.

En el mismo periodo de 2011, la inversión destinada a este rubro representó 5.7 puntos del PIB, muy por encima de la cifra actual, pese a las previsiones de escasez de agua en México.

Durante este 2021, el País ha enfrentado una de las sequías más severas y extendidas en décadas.

De acuerdo con el Instituto de Recursos Mundiales (WRI, por sus siglas en inglés), el nivel de estrés hídrico de México es alto, lo que significa que anualmente se extrae, en promedio, el 40 por ciento del agua disponible para su uso.

Además, entre 12 millones 500 mil y 15 millones de habitantes no tienen acceso a agua potable en México, lo cual representa cerca del 10 por ciento de la población, de acuerdo con la UNAM.

Artemisa Montes, directora ejecutiva del Observatorio Mexicano de la Crisis y profesora de la Facultad de Negocios en la Universidad La Salle, sostuvo que la infraestructura hídrica en México es muy antigua, y muchas veces las tuberías rotas impiden aprovechar de manera óptima el agua, por lo que se desperdicia.

Además, señaló, el País enfrenta problemas de administración del agua por lo que es necesario que el presupuesto se incremente de tal forma que su manejo sea más adecuado.

El alcantarillado también es antiguo y deficiente, lo que provoca fugas que a su vez generan hundimientos que afectan las calles, mencionó.

Montes lamentó que cada vez se destinen menos recursos a esta infraestructura, pese a que actualmente existen mayores problemas de abastecimiento que en 2011, por ejemplo, cuando la cifra era mayor.

“Por simple lógica, cómo podríamos tener los mismos requerimientos en recursos en el 2021 que en 2004, por ejemplo, con todas las transformaciones como el tema del cambio climático que han modificado los ciclos naturales de lluvia.

“Además, tenemos que recordar que México tiene los dos extremos: zonas donde se inunda mucho como el Sureste y otras desértica en el Norte”, comentó.