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Medio: El Reforma  

Especialista: Mtro. Héctor Segovia / FD

Tema:  “Facilita despojos ola de intestados

  • Advierten operación de organizaciones que invaden casas y departamentos

Ante el panorama que reveló el Colegio de Notarios respecto a que el 80 por ciento de los fallecidos por Covid- 19 no dejo testamento, lo que esperan abogados es un gran riesgo de despojos para los deudos.

Después de la epidemia, la operación de bandas de delincuencia para detectar y despojar bienes intestados tiene más condiciones favorables, advirtió el abogado Juan Salvador García.

“Hay organizaciones dedicadas a investigar los inmuebles donde los propietarios no tienen familiares o no hay testamento y falsifican documentos para incluso ir a juicio y obtener propiedades de manera ilícita”, apuntó el especialista.

Además, el abogado Héctor Segovia estimó que ante el número de personas fallecidas sin testamento puede generarse un caos en los tribunales, ante las reclamaciones por herencias y en el mercado inmobiliario por venta de inmuebles irregulares.

“Debe haber una reforma legislativa para que las atribuciones de los notarios, que son los primeros en tratar el tema de las sucesiones, sean más claras para llegar a convenios entre los sucesores, antes de llenar los tribunales con juicios”, apuntó Segovia.

Asimismo, la conflictividad entre familias aumentará también por este fenómeno.

“El tema no es el testamento, sino si hay conflicto en las familias. He visto juicios sucesorios de 20 años, pero si hay acuerdo en seis meses puede resolverse”, comentó el abogado Luis Alberto Muñoz.

Para los tribunales, el planteamiento de juicios por la cultura de evitar la firma de un testamento será una carga de trabajo adicional durante la reapertura de juzgados, agregó el experto en litigios familiares.

“Más allá del tema testamentario, cualquier conflicto será una carga en un Poder Judicial que estuvo cerrado muchísimo tiempo, donde la resolución de casos y el acceso a la justicia no se consideraron un tema esencial.

“Hay mucha gente viviendo en casas intestadas, no por el papá, sino desde el tatarabuelo que no hizo testamento. Entonces, la situación irregular se prolonga por generaciones”, precisó Muñoz.

Además de disminuir el costo por inscribir un testamento, de 2 mil 500 pesos, vigente durante la epidemia, según acuerdo del Colegio de Notarios, el Gobierno de la Ciudad de México debe reabrir los módulos en donde podía suscribirse el documento de sucesión en oficinas públicas, agregó el abogado.

Con el 20 por ciento de la población de más de 16 años aseguró tener un testamento, la Capital se ubicó muy por encima del promedio nacional, que de acuerdo con datos del Colegio de Notarios, fue de entre 6 y 7 por ciento de la población.

 

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