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Medio: infobae.com

Especialista: Mtra. Norma Soto Castañeda / FN

Tema:  ““Oportunidad para mejorar nuestras relaciones con EEUU”: la visión de una experta ante la llegada de Joe Biden

  • En entrevista para Infobae México, la maestra Norma Soto Castañeda habló sobre el nuevo panorama que enfrentará el país con el gobierno de Joseph Biden

El martes 3 de noviembre de 2020 la población estadounidense asistió a las urnas para elegir al titular del poder ejecutivo por el siguiente cuatrienio. Ante la coyuntura, la dirección política pudo haber continuado por el camino trazado desde cuatro años atrás. Sin embargo, la decisión final catapultó al candidato del partido demócrata, Joseph Biden, a la Casa Blanca. Con el cambio de partido al frente de la presidencia, aparentemente, también se comenzó con el trazo de nuevas vías hacia el exterior.

Para Norma Soto Castañeda, maestra en Administración de Negocios Internacionales por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y docente en la Universidad La Salle, el cambio en la administración representa una nueva oportunidad para que México mejore sus relaciones con Estados Unidos.

Aunque en las imperfectas relaciones entre los países existen tensiones y desacuerdos en diversos frentes, “siempre que llega un nuevo presidente a gobernar la nación americana es una nueva oportunidad para nosotros de mejorar nuestras relaciones con ellos y poder lograr mejorar en todos los aspectos”, sentenció. Además, reconoció que algunos aspectos significativos, al menos discursivamente, fueron los actos posteriores a la investidura de Biden.

Desde su punto de vista, el principio de unidad fue una de las banderas presentes durante la celebración de la entrada del nuevo presidente. Así, la intervención de Jennifer López quien, incluso, emitió un mensaje en español; Amanda Gorman, poeta afroamericana que recordó el poder de la palabra; Lady Gaga e, incluso, la relevancia política que detenta la vicepresidenta Kamala Harris, reflejan las intenciones de inclusión y cooperación con todos los sectores estadounidenses.

Sin embargo, con la nueva administración estadounidense, México tiene la obligación de enfrentar nuevos retos en materia laboral, migratoria, energética, sanitaria y hasta judicial.

Una de las primeras decisiones asumidas derribó una de las cartas más fuertes durante la administración de Donald Trump. Con el anuncio de la inmediata terminación de la construcción del muro fronterizo con México, también se evidenciaron atisbos en la eliminación de la xenofobia y discursos de odio contra las personas migrantes desde el gobierno.

Además, como parte de las primeras acciones, se firmaron 17 órdenes ejecutivas entre las cuales se incluyó al sector migrante en el país. La primera que involucra, de manera directa, a las y los mexicanos es la firma para el reforzamiento del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), así como el impulso a una legislación que otorgue el camino a la obtención la ciudadanía.

La segunda se trata de la revocación de la exclusión de las personas consideradas no ciudadanas en los censos, así como la anulación de la orden firmada por Donald Trump para impulsar la búsqueda y deportación de personas inmigrantes sin documentación.

La relevancia del tema migratorio le valió para ser uno de los ejes con mayor énfasis en la primera comunicación oficial entre Andrés Manuel López Obrador y el presidente estadounidense. Durante la llamada telefónica, Biden reconoció el papel de la comunidad mexicana en Estados Unidos. Por su parte, el mandatario mexicano señaló que la solución de fondo a la migración radica en la promoción del desarrollo de los países de origen.

Aunque el tema migratorio guarda una complejidad especial, Norma Soto catalogó como una decisión inteligente que el presidente de un “país eminentemente cosmopolita” haya considerado a todos los sectores desde los primeros momentos. Además de volver a ocuparse de la regularización laboral de la población migrante, uno de los motivos por los cuales abandonan sus lugares de origen, así como el otorgamiento de nuevas vías para la obtención de la ciudadanía.

De igual manera, otro de los puntos de encuentro relevantes para Soto Castañeda es el impulso de una agenda común para fomentar el apoyo a países en América Central y del Sur a través de inversiones para “generar desarrollo y crecimiento interno”.

MATERIA ENERGÉTICA

Otro de los primeros decretos en la administración de Joseph Biden fue la decisión de volver a formar parte del acuerdo de París. En ese sentido, el nuevo presidente se encuentra respaldado por un conjunto de planes y grandes inversiones de capital que contemplan a las energías limpias. Ante ello, el gobierno de México podría adherirse al plan, a pesar de la latente diferencia en materia energética con el vecino del norte.

Una de las cartas más fuertes desde la campaña, y en lo que va de la administración, de Andrés Manuel López Obrador es el petróleo. Aunque no se abandonaron por completo las fuentes renovables de energía, con el anuncio de la construcción de la nueva refinería en Dos Bocas, Tabasco, y la modernización de seis más, también se confirmó la apuesta de que la extracción del petróleo continuará siendo el motor económico del país.

Aunque la industria fue muy benéfica durante el siglo pasado y trajo una enorme cantidad de beneficios a la economía del país, Norma Soto considera que en el siglo XXI es necesario encaminar una transición energética pues “la pandemia, los avances tecnológicos, las nuevas generaciones buscando otro tipo de productos. Todo podría favorecer un cambio fundamental”.

Al formar parte del protocolo Kyoto, el cual compromete a los países industrializados a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, México cuenta con las bases para encaminar proyectos encaminados a la disminución de los efectos del cambio climático. Aunque el gobierno debe conformar “un excelente equipo que pueda realizar una planeación específica” y liderar el inicio de un proceso lo suficientemente fuerte para asegurar su continuidad en los siguientes sexenios.

La transición energética, además, podría ser un diferenciador entre el gobierno de la cuarta transformación y los regímenes priistas que vieron en la industria petrolera una de las más grandes vías de desarrollo económico en el país.

Aunque se deberá prestar atención a temas en varios frentes, la disposición a la unidad y cooperación mostrada por el nuevo presidente de Estados Unidos es una oportunidad para que México se beneficie en diversas áreas. Sin embargo, para lograrlo, es necesario establecer proyectos y planes que respalden las intenciones del gobierno mexicano.

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