Medio: unotv.com

Especialista:  Mtro. Emiliano Villavicencio / FHyCS

Tema: “Provoca onda de calor más estrés al volante’’

 

Es la una de la tarde en la Ciudad de México (CDMX), el pavimento arde y el intenso sol se refleja en los parabrisas de los coches.

Los automovilistas van y vienen, muchos de ellos, como el señor Gerardo, conductor de transporte público, pasan más de ocho horas al volante. Además del tráfico, ahora también tiene que lidiar con el intenso calor.

“Muy cansado, nos agota bastante y a veces si nos da un poco de sueño, pero en sí nos hace el trabajo muy pesado, aparte de la gente, porque a veces viene bien lleno el camión, todos venimos igual”.

Pero… ¿Cómo impacta el calor entre automovilistas y conductores de transporte público?

Especialistas señalan que afecta directamente al sistema nervioso central, por lo que al conducir bajo el sol puede presentarse sueño y aletargamiento.

Emiliano Villavicencio Trejo, especialista de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad La Salle, señala que “se altera sistema nervioso central y entonces muchas funciones del cuerpo comienzan a alterarse. Hay quienes presentan somnolencia o insomnio, incluso los hábitos de sueño comienzan a alterarse por el tema del calor.”

Pero en otros casos, manejar bajo el “solazo”, detona estrés, enojo y frustración: “Es fastidioso estar en el tráfico y en el calor”, cuenta Javier Cruz, quien es conductor de transporte por app en la CDMX.

El calor es un factor estresante, pues no se puede controlar. Por sí solo puede provocar confusión mental… En medio del tránsito también puede detonar agresividad.

“Una de las consecuencias de la alteración del sistema nervioso central es el disparo de la adrenalina y en ese sentido el cuerpo comienza a reaccionar como si estuviera defendiéndose de una amenaza, con agresividad, con confusión mental, con espacio temporal y desde ahí muchos de los comportamientos agresivos y violentos que solemos ver.”

¿Cómo combatir el estrés por calor al volante?

Si es posible, ventilar el vehículo o la unidad de transporte público.

Realizar alguna actividad relajante durante el viaje, como escuchar música.

Considerar salir con mayor anticipación para que, con calor o no, prevalezca la calma.

“Es mejor estar con ánimo porque si no decaemos cada vez más”, señala la automovilista Luz María Alarcón.