La educación de calidad tiene efectos personales y sociales benéficos, pero su realidad es desigual y selectiva.      

“La inequidad es el principal problema de la educación en México”, afirmó la Dra. Sylvia Schmelkes, investigadora de la educación, durante su Cátedra Prima dirigida a estudiantes de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales, en La Salle México. 

La oferta educativa enfrenta una constante tensión entre la universalización y la selectividad. Es decir, si bien se ha expandido, permitido el acceso a sectores cada vez más amplios y declarado como un derecho humano fundamental, al mismo tiempo se distribuye de forma desigual: de más pobre calidad en las zonas más alejadas, a los grupos más marginalizados y a las minorías étnicas. 

Asimismo, a través de los exámenes de admisión, las instituciones educativas seleccionan a aquellos que pueden acceder a sus aulas porque no tienen el cupo suficiente para permitirle entrar a todos. Reflejando, muchas veces, “el resultado de una educación que fue desigual en los niveles inferiores” para quienes no tuvieron oportunidad de estudiar en otro tipo de instituciones,  

“Esto genera un proceso de desigualdad educativa y, con ello, también de desigualdad social porque hay una relación muy estrecha entre ambas (…). La educación es el mecanismo social igualador por excelencia”, dijo Schmelkes, quien también es académica en el Instituto de investigaciones para el desarrollo de la educación de la Universidad Iberoamericana. 

Esas dos tendencias están presentes en la educación en México, por un lado se democratiza, pero se sigue reproduciendo la desigualdad.

“La educación tiene impactos personales y sociales benéficos y necesarios sobre el bienestar general, la productividad, el capital social, la responsabilidad ciudadana y el comportamiento sustentable”. 

El Objetivo de Desarrollo Sostenible número cuatro de la agenda 2030, asumida por 150 países, implica garantizar una educación inclusiva

y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos y todas. 

Equidad no se refiere a dar a todos por igual, sino, dar más a los que más lo necesitan y dar a cada quien lo que requiere para lograr un objetivo. 

-244 millones de niñas, niños, adolescentes y jóvenes (17% de los jóvenes en el mundo) no están en la escuela. 

-740 millones de personas mayores de 15 años son analfabetas (a nivel mundial) 

Las oportunidades de acceso, permanencia, transito y aprendizaje en el sistema escolar se correlacionan sistemáticamente con el nivel de desarrollo de la zona o región donde se vive, el nivel de bienestar de la familia a la que se pertenece, el estatus de la cultura en la que se nace y se crece, la lengua que se habla en casa, si el niño, niña, joven, trabaja o no trabaja o si se está en condición de movilidad. Mientras que, algunas causas de la inequidad de la educación en México son la distribución de los recursos, la preparación de los docentes, la uniformidad ante la diversidad, la sobrecarga curricular, la lengua de enseñanza, la discriminación y el clima escolar hostil.

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Con cifras alarmantes en el país sobre el retroceso en la cobertura de la educación en México en los desde el preescolar, la investigadora de la Universidad Iberoamericana le recordó a los lasallistas el privilegio que tienen de poder acceder a la educación superior, y a las instituciones, la obligación de formarlos para comprender las problemáticas sociales del país y darles herramientas para transformarla.