Investigadores de la universidad destacan las consecuencias en materia psicológica, de derechos humanos y más.                                                       Como parte de las acciones que toma la Universidad La Salle durante la Jornada Nacional de Sana Distancia, investigadores especialistas realizaron un panel con el fin de exponer información clara y precisa que ayude a disipar dudas en materia social, psicológica, médica económica y en materia de derechos humanos Como primera intervención, el Dr. Felipe Gaytán, habló sobre las consecuencias que traerá consigo la pandemia a nivel social. Puntualizó en la importancia de estudiar los fenómenos sociales que ya se viven y los que vendrán al concluir la pandemia. Se enfocó en una de las consecuencias que trae consigo el distanciamiento social, y del cual se habla poco, que es el impacto en la polarización que se podría dar al terminar el confinamiento, pues “la tecnología nos encierra en burbujas informativas y tiene un riesgo, nos puede volver más intolerantes. Nos hace escuchar aquello en lo que estamos de acuerdo y excluimos las voces que no lo están”. Advirtió que al acabar la pandemia corremos dos grandes riesgos; el primero, que el mundo al que volveremos será disonante de la percepción que teníamos desde casa; y el segundo, la gran cantidad de información enviada al big data por pasar más tiempo en nuestros dispositivos. Por otra parte, el Dr. Emiliano Villavicencio habló de la importancia de la preparación de las instituciones ante un regreso a las actividades desde una perspectiva psicológica. Detalló que la población puede volver con diferentes trastornos; desde el punto de vista educativo, “las universidades deben estar preparadas para recibir a estudiantes con un estado cognitivo y actitud frente al aprendizaje muy particular”. Detalló que para sobrellevarlo “es importante que el gobierno y universidades generen una infraestructura para atender estas incidencias que estamos generando”. Posteriormente, la Dra. Alma Cossette Guadarrama, abordó dos grandes temas controversiales que se han generado durante la contingencia en materia de derechos humanos: las normas de aislamiento y sobre la bioética ante la atención de pacientes con COVID-19. Sobre el aislamiento, detalló que en México no existe una violación al derecho humano de la movilidad, que se encuentra en el artículo 11 constitucional, pues “el artículo 29 de manera general menciona los casos en los que los derechos o garantías pueden ser restringidos”. Desde un punto de vista jurídico, los decretos oficiales publicados en el Diario Oficial de la Federación estipulan que hay garantías o derechos que pueden ser restringidos. Sin embargo, México no ha llegado a tal punto, pues los decretos estipulan el término de “resguardo domiciliario” o “limitación voluntaria de la movilidad permaneciendo en el domicilio el mayor tiempo posible”, por lo cual, al tratarse de una recomendación, no es una privación de derechos. Por otra parte, habló sobre la Guía de bioética para atender pacientes con COVID-19, la cual ha despertado gran polémica pues en sus primeros esbozos previos a la aprobación y de su posterior aplicación, mantenía criterios de atención a enfermos que atentaban contra los derechos humanos. Destacó que, aunque los autores de dicha guía comunicaron haber corregido esta falla, habrá que estudiarla. De aprobarse con medidas que violentara los derechos humanos, “presentaría un grave problema internacional para México”. En cuanto a un enfoque de medicina interna y a un ejemplo de cómo laboran los hospitales, el Dr. José Luis Akaki, desmintió los rumores de que existan hospitales privados en donde se niegue la atención a pacientes con COVID-19. Remarcó que hay un convenio firmado entre hospitales privados y el gobierno federal; en él se estipula que habrá hospitales especializados en la atención de otros padecimientos que no son COVID-19, sin embargo, en caso de ser diagnosticado, se canalizará al paciente a uno con especialistas. Además, hizo mención de que los médicos en México y en todo el mundo siguen descubriendo características del virus. “Primero se decía que era un virus pulmonar. Actualmente ya se ve que afecta otros órganos, (debido a ello) la evolución de la enfermedad se maneja diferente”. Para finalizar el panel, el Dr. Luis Antonio Andrade dio algunas recomendaciones para disminuir el impacto económico que tendrá la pandemia en la economía mexicana. Sugirió que uno de los problemas que enfrenta la sociedad actualmente se debe a la falta de educación financiera. Sin embargo, “ya no hay marcha atrás” y hoy se necesita flexibilidad de quienes ofrecen servicios. Puntualizó que hay un impacto diferente a la economía de las personas y que “la desigualdad se pronunciará más una vez que concluya la contingencia”. Hoy las ganadoras en materia económica “son las empresas que dependen de las entregas a domicilio, empresas que ofrecen televisión de paga, internet (…) Las compañías que usan plataformas y ofrecen servicios de conexión digital aumentarán sus acciones”. Por otro lado, “las perdedoras serán las familias que dependen del comercio informal, pequeñas y medianas empresas”. Como consejo, acudió al término de “economía solidaria”, donde los mexicanos pueden apoyar a otros promocionando servicios o dando empleos a quien más lo necesite; sugirió “no temer a comenzar desde cero” y ofertar servicios en línea; y finalmente recordó que habrá que apoyar las medidas establecidas y los planes de acción de las autoridades.